Europa

El cardenal Fernández Artime se despide como superior general de los salesianos rodeado de jóvenes

El rector mayor ha firmado su carta de renuncia tras la eucaristía de conclusión del sínodo de los jóvenes organizado por la congregación y se pone a plena disposición del papa Francisco





El 16 de agosto de 1815 nacía san Juan Bosco en un caserío a poco más de 30 kilómetros de Turín. En la basílica que se levanta en ese mismo lugar ha presidido su última eucaristía como rector mayor de los salesianos el cardenal español Ángel Fernández Artime. Lo ha hecho ante una representación de jóvenes de todo el mundo que durante unos días han participado en el llamado “sínodo de los jóvenes” organizado por la congregación para conmemorar los 200 años del sueño vocacional que Don Bosco tuvo en ese lugar a los nueve años.



Fidelidad al carisma

En su homilía, el cardenal agradeció haber compartido “los sueños de los jóvenes de todo el mundo salesiano” que se han reunido en ese lugar para celebrar el cumpleaños de Don Bosco. Frente a la “lógica humana”, destacó que “el Señor ama y ama profundamente a una joven de un lugar remoto como era María de Nazaret para ser la madre de su Hijo encarnado”, lo mismo ocurre en ese remoto caserío donde Dios llama a Juanito Bosco que no será “un campesino más sino para ser el padre y maestro de la juventud del mundo”.

Destacando que la congregación surge con los propios jóvenes, esto es para el cardenal, “un signo del amor de Dios a la Iglesia”. Algo que, añadió, tiene mucho futuro más allá de las fuerzas humanas si se observa el mundo con “una mirada de fe” ya que es “el Espíritu Santo el que guía la Iglesia y acompaña el ministerio del Vicario de Cristo, en estos momentos, el papa Francisco”. Por ello, citando a Don Bosco, clamó: “¡Viva el Papa!” También pidió fidelidad a ese Espíritu a la congregación salesiana, por lo que pidió “no olvidar el Espíritu Santo y la fidelidad”.

Sobre su renuncia, la presentó como un signo de que “el Señor acompaña la vida de la Iglesia”. “Es una bellísima expresión de fe, la vida de la congregación sigue adelante y cada uno ponemos de nuestra parte para garantizar este camino de fidelidad”, añadió reivindicando un carisma que se resume en una “fidelidad al Señor, una fraternidad que sea fascinante para los jóvenes y el amor a los jóvenes”.

Firmar la renuncia

Al final de la eucaristía, Ángel Fernández Artime firmó en una mesa junto al altar su carta de renuncia tras unos meses en los que su gobierno se ha desarrollado gracias a diferentes excepciones concedidas por el papa Francisco tras ser creado como cardenal y especialmente tras su ordenación episcopal en la basílica romana de Santa María la Mayor. Los asistentes reconocieron el liderazgo con el que ha ejercicio su ministerio y “su compromiso con la misión salesiana”, para lo que le entregaron una placa con estos motivos. 

En su carta de despedida destacó a Don Bosco como “instrumento de Dios” para desarrollar su misión. “El papa Francisco me ha llamado a otro servicio para el bien de la Iglesia”, confiesa con fe y esperanza a la vez que muestra su “gratitud por tanto bien recibido en estos diez años y medio como rector mayor de la congregación salesiana” en sus 136 países en los que está presente. En este tiempo, la suya ha querido ser “una mirada de fe siempre con esperanza y determinación” para desarrollar el carisma recibido. Ha tenido también palabras de alabanza para su inmediato sucesor y ha destacado la “generosidad” de todos los salesianos repartidos por el mundo y a todos los grupos de la Familia Salesiana. Recordando sus visitas de animación destacó los “milagros educativos” que se producen cada día con los jóvenes de las presencias salesianas. A esto se añadió un documento formal de renuncia que firmó y selló antes los presentes con el proceso seguido desde la creación cardenalicia y concluidos los tiempos marcados por el pontífice.

En la celebración ha estado presente el arzobispo Giordano Picinotti, presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), una parte del consejo general de los salesianos, algunos inspectores provinciales, diferentes autoridades locales y representantes de diferentes grupos de la Familia Salesiana –con la ausencia de la madre general de las salesianas, la italiana Chiara Cazzuola–.

Fernández Artime fue elegido 10º Sucesor de Don Bosco en marzo del 2014, en el Capítulo General 27º de la congregación. Reelegido en 2020 para seis años más no prorrogables; ahora será superior general de forma interina el italiano Stefano Martoglio, hasta ahora vicario general, quien asumirá sus funciones hasta el próximo Capítulo General, que comenzará en febrero de 2025. Los representantes de los salesianos de todo el mundo elegirán al próximo rector mayor y su consejo general.

Por su parte el cardenal Fernández Artime irá a residir a la comunidad salesiana que se encuentra dentro de los muros del Vaticano a la espera de recibir un encargo más específico del papa Francisco. Las posibilidades están abiertas, como arzobispo podría pastorear cualquier diócesis del mundo o, lo que parece más probable, incorporarse a la Curia Romana en sustitución de alguno de los prefectos más veteranos. En su agenda inmediata, el próximo 8 de septiembre, con motivo del Día de Asturias, recibirá en su tierra natal el reconocimiento de Hijo Predilecto de esta región del norte de España.

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