La misión de Don Bosco, después de 209 años

16/08/2024 | Roxana Alfieri

Con un videomensaje, el titular de la Inspectoría Argentina Sur reafirmó que la esencialidad de Don Bosco es estar entre los jóvenes

El padre inspector de los Salesianos de Argentina Sur, Darío Perera, invitó a todos los que vibran con el sueño de Don Bosco a reflexionar sobre el lugar al que están llamados a permanecer: entre los jóvenes.

Con un videomensaje reafirmó que “lo esencial de Don Bosco es estar en medio de los jóvenes”, recordando que en aquel sueño uno de los protagonistas, Jesús, le indica: “ponte en medio de ellos, ponte al frente de ellos”, que se tradujo en el núcleo de su vocación sacerdotal.

El Buen Pastor

A poco de celebrar los 150 años de la primera expedición misionera salesiana, en 2025, y en el marco de esta conmemoración de los 200 años del sueño profético de Juan Bosco, a los 9 años, el Padre Inspector recordó que aquella frase fue sumamente significativa: “toda su vida ha sido estar al frente, ponerse al frente, como el Buen Pastor…”.

Asimismo, Perera especificó que la vida del santo podría sintetizarse así: “Don Bosco es aquel que estuvo frente a los jóvenes para enseñarles la belleza de la virtud y la fealdad del pecado”.

Con este contexto, invitó a todas las personas que se sienten parte de la Familia Salesiana a preguntarse hoy: “¿En medio de qué estamos? ¿Estamos en medio de nuestras preocupaciones, de nuestras actividades? Pero realmente, ¿estamos en medio de los jóvenes? ¿Estamos al frente de ellos?”.

El Padre Inspector de Argentina Sur planteó estos interrogantes que, hoy en día, son un gran desafío, por la cultura en la que vivimos y en medio de la vorágine de propuestas y actividades. Aún en esta circunstancia, es imprescindible no olvidar lo esencial. Y reiteró: “lo esencial es estar en medio de ellos”.

Pidió que esta idea que guió a Don Bosco hasta el final de su vida, incluso cuando envió la primera expedición misionera a la Patagonia extendiendo las fronteras, siga hoy guiando a quienes continúan su misión.

Finalmente, además de desear una “¡feliz fiesta de Don Bosco!”, Perera anheló “que aquellos que vibramos con los sueños de Don Bosco, nos sintamos en medio de ellos: en el patio, en el aula, en los talleres, en el barrio…” para cumplir con el requerimiento de aquel famoso sueño.