El Pew Research Center, una de las más prestigiosas instituciones a nivel mundial dedicadas a la estadística sociológica, acaba de publicar unos datos muy significativos sobre la inmigración desde un punto de vista religioso.
Tras destacar en su último estudio (con datos de 2020 ofrecidos por Naciones Unidas y recogidos de 270 censos y encuestas) que “la migración no ha dejado de crecer en las últimas décadas”, en la actualidad, se estima que “más de 280 millones de personas, el 3,6% de la población mundial, son emigrantes internacionales”.
En cuanto a la filiación religiosa de quienes “viven fuera de su país de nacimiento”, el Pew Research Center documenta que “los cristianos representan el 47%” del total. El segundo lugar lo ocupan los musulmanes, siguiendo el islam “el 29% de todos los emigrantes”. La lista la completan los hindúes (5%), los budistas (4%) y los judíos (1%).
En cuanto a “los no afiliados religiosamente” (tanto “los que dicen no tener religión” como los que “se identifican como ateos o agnósticos”), ascienden al 13% del conjunto de los migrantes a nivel mundial.
Con todo, estos no son datos sorprendentes, pues se constata en el estudio que “la composición religiosa de todos los migrantes internacionales se ha mantenido relativamente estable desde 1990”.
Otra concusión interesante es que “los judíos representan una proporción mucho mayor de los emigrantes (1%) que de la población mundial (0,2%)”. Así, por su propia idiosincrasia y particularidad histórica, “Israel es el país de origen más frecuente entre los emigrantes judíos y también su principal destino”.
En este sentido, “de los principales grupos religiosos, los judíos son, con diferencia, los que más emigran. Uno de cada cinco judíos reside fuera de su país de nacimiento, frente a porcentajes menores de cristianos (6%), musulmanes (4%), hindúes (1%), budistas (4%) y personas sin afiliación religiosa (2%)”.