Del 19 al 22 de agosto, con una Convención Nacional celebrada en Chicago, el Partido Demócrata visibiliza el paso del testigo en su liderazgo con la esperanza de mantener la presidencia de Estados Unidos. Definitivamente, el actual mandatario, Joe Biden, cede el testigo a su hasta ahora vicepresidenta, Kamala Harris, para torcer el paso de las encuestas y frenar el regreso al poder del republicano Donald J. Trump.
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En este sentido, ha sido más que significativo el discurso de apertura del católico Biden, plagado de referencias espirituales, como recoge el portal jesuita estadounidense ‘America Magazine’. En él, el aún presidente (las elecciones son en noviembre y la toma de posesión de su sucesor tendrá lugar en enero) recalcó que este único mandato sido “el honor de mi vida”. Pero, en alusión al anuncio de la retirada de su candidatura, aunque “me encanta mi trabajo, amo más a mi país”.
Punto de inflexión
Y es que el país “se enfrenta a un punto de inflexión, uno de esos raros momentos en la Historia en los que las decisiones que tomemos ahora determinarán el destino de nuestra nación y del mundo en las próximas décadas”. “No es una hipérbole. Lo digo en sentido literal. Estamos en una batalla por el alma misma de Estados Unidos”, clamó, plenamente consciente del auge populista que encarna Trump y de la consecuente traducción en una marcada división social.
También intervino en la apertura de la Convención Nacional Demócrata el cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago, que reclamó que “nuestra nación se convierta más plenamente en un constructor de paz en nuestro mundo herido, con el coraje de imaginar y buscar juntos un futuro lleno de amor. Y que nosotros, como estadounidenses, nos convirtamos más plenamente en instrumentos de la paz de Dios”.
Anhelo generacional
Una breve alocución que el purpurado local remató así: “Guíanos, Señor, para que asumamos nuestra responsabilidad de forjar este nuevo capítulo de la historia de nuestra nación. Que esté arraigado en el reconocimiento de que, para nosotros, como para cada generación, la unidad que triunfa sobre la división es lo que hace avanzar la dignidad y la libertad humanas”.