El 25 de abril de 1998, una rotura en la balsa minera de Aznalcóllar, en Sevilla, produjo el mayor desastre ecológico contemporáneo en España, vertiéndose enormes cantidades de lodos tóxicos sobre el río Guardiamar, llegando estas a las mismas puertas del Parque Natural de Doñana. Tras el cierre de las instalaciones durante 26 años, la conocida mina hispalense está a punto de reabrir, bajo otros responsables.
Después de la confirmación de una de las últimas exigencias administrativas, el aprobado medioambiental de la Junta de Andalucía, están alzando la voz grupos como Greenpeace o Ecologistas en Acción, que advierten de que el proyecto pasa por “contaminar” de un modo “irreversible” las aguas del Guadalquivir. Argumento que niega el ente autonómico, que defiende que la “seguridad” está garantizada y que reitera que generará 2.000 puestos de trabajo.
En este contexto, es significativo el posicionamiento de la Archidiócesis de Sevilla. Concretamente, el del arzobispo, José Ángel Saiz Meneses, que, en su cuenta de X (antes Twitter), se ha mostrado entusiasmado: “La nueva mina de Aznalcóllar supera todos los trámites ambientales. La Junta de Andalucía otorga la Autorización Medioambiental Unificada a Minera Los Frailes. Enhorabuena a Aznalcóllar, al alcalde y al párroco, que tanto están luchando por recuperar la mina, a todas las familias, al pueblo entero”.
No solo eso, sino que dicho mensaje concluía anunciando una “acción de gracias a Dios” que “será una celebración solemne en la catedral”. Ocasión en la que “también daremos las gracias a todas las personas que han colaborado en el proyecto”.
El párroco de Aznacóllar, Ignacio del Rey, que pastorea la comunidad de Nuestra Señora de Consolación y quien apoya con fuerza el proyecto, también mostró su alegría en X. “Aznalcóllar es un pueblo minero de gente buena que lleva años luchando por recuperar la dignidad que da el trabajo. ¡Dios nunca defrauda! Todos juntos, los pies en la tierra, ¡los ojos en el Cielo y unidos en la esperanza!”.
En declaraciones a los medios diocesanos, el propio Del Rey destaca que “la Iglesia, que constantemente nos llama a la comunión, también nos lanza a la misión de acompañar. En Aznalcóllar, el pueblo con más paro de la provincia de Sevilla, no solo esperamos la apertura de la mina por los puestos de trabajo directos que esta ofrezca, que también, sino por la reactivación de la vida social del pueblo”.
“El empleo dignifica al hombre, algo que la Doctrina Social de la Iglesia afirma con rotundidad. Por ello, este pueblo espera verse muy pronto dignificado por todo lo que supone, directa e indirectamente, el reinicio de la actividad minera”, ha remachado el párroco.
En declaraciones a ‘ABC Sevilla’, el alcalde del municipio, Juan José Fernández, ha señalado que el que fuera cardenal de Sevilla, el ya fallecido Carlos Amigo, “nos ayudó muchísimo” e incluso les abrió las puertas de la catedral para que pudieran acampar en ella. Así, puesto que el templo “fue la casa de los mineros”, ahora volverán a la anunciada acción de gracias “para agradecer la apertura de esta nueva mina”.
La noticia es de tal envergadura para la Archidiócesis de Sevilla que no es descartable que el propio papa Francisco ya esté al tanto de ella. Y es que, como confirmó en X Saiz Meneses, el lunes 19 se reunió en audiencia privada con el Pontífice y abordaron varios “temas de actualidad eclesial y social de Andalucía”.