Han conformado una comisión preparatoria para esta conferencia sobre cambio climático de las Naciones Unidas que se realizará en Belén para noviembre de 2025
Los obispos de la Amazonía brasileña se reunieron en Manaos, capital del estado de Amazonas, región norte, del 19 al 22 de agosto, para celebrar el quinto encuentro de prelados de esta región.
Bajo el tema “La Iglesia que se hizo carne, amplía su carpa en la Amazonía: memoria y esperanza”, los obispos quieren renovar el compromiso – desde Santarem (1972) hasta el Sínodo panamazónico (2019) – de ser voz profética en medio de los clamores de los indígenas, negros y campesinos.
“Cuando el otro es invisible, cuando el otro se utiliza simplemente para mi propio beneficio, para mis propios intereses, entonces, de hecho, dejamos de ser buenos pastores”, así ha señalado Ricardo Hoepers, obispo auxiliar de Brasilia y secretario general de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil.
Para Hoepers “no somos nosotros quienes debemos ser el centro de atención, es el Reino de Dios ”, en un llamado para fortalecer el servicio, porque “amar el lugar donde estáis, poneros al servicio, reconocer que estar a disposición de la Iglesia es una acto de humildad por nuestra parte”.
Este quinto encuentro ha dejado una serie de compromisos para los obispos amazónicos de Brasil. Para ello, han constituido seis caminos, que abarcan: formación, ministerialidad, mujeres, casa común, corresponsabilidad y profecía.
En su agenda tienen previsto seguir ahondando en el camino preparatorio de la COP 30 – conferencia sobre cambio climático de las Naciones Unidas – que se realizará en Belén para noviembre de 2025.
Incluso han creado un equipo de coordinación de este evento. Es más, toda la Iglesia brasileña adoptará el tema la Ecología Integral en su próxima campaña de la fraternidad.
En este sentido, Hoepers ha detallado que “fortalecer el grado de influencia de la Iglesia en vista de la conversión ecológica y la transformación socioambiental del planeta, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia” se convierte en uno de los mayores desafíos de la Iglesia que en Brasil peregrina en la Amazonía.
No en balde, el papa Francisco advirtió en ‘Laudate deum’ que “el cambio climático es uno de los principales desafíos que la sociedad y la comunidad global deben afrontar”.
Gilberto Pastana de Oliveira, arzobispo de São Luiz y presidente de la Comisión Episcopal Especial para la Amazonía, ha pedido reflexionar en torno a cuatro actitudes: alegría, fe, valentía y confianza.
Alegría para “ayudar a nuestro pueblo a ver a la luz” y, desde este modo, superar males como el individualismo, el clericalismo, la espiritualidad desencarnada de la realidad, extractivismo, violencia, aún presente en los territorios.
Fe para tener “certeza de que el Señor está con nosotros, Dios nos acompaña y también nos defiende y nos proporciona siempre el bien” sobre todo cuando “caminamos juntos”.
La valentía – según el prelado – permite perder el miedo a situaciones adversas, más cuando muchos temen a la misión, el fracaso, la enfermedad, la muerte, porque “el miedo asfixia la vida, paraliza nuestras fuerzas, nos impide caminar ”.
Confianza como tuvo María. En esta imagen el obispo auxiliar de Brasilia hace un paralelismo para “despertar en nosotros la confianza en Dios y la alegría de sabernos acogidos por Él”.
Foto: cnbbnorte