Tal y como ha confirmado en un comunicado, el Obispado de Barbastro-Monzón invertirá este año 500.000 euros “en iglesias, templos y ermitas diocesanas, atendiendo a criterios pastorales, artísticos y de urgencia”.
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Como explica el responsable de Patrimonio y vicario general, Ángel Noguero, “nuestra prioridad es atender a las personas”, según “los criterios pastorales”. En consecuencia, “tenemos en cuenta el valor artístico del inmueble y, por supuesto, la urgencia de la intervención. Si un edificio se desploma o hay riesgo, se interviene de inmediato”. Todo ello desde la conciencia clara de que “nosotros pasaremos, pero el patrimonio continuará”.
2.780.000 euros de presupuesto
En este sentido, la diócesis aragonesa aclara que, de cara a “las necesidades de rehabilitación o mantenimiento de ese patrimonio diocesano, se destina una media del 20 por ciento del presupuesto anual”, que en este 2024 asciende a 2.780.000 euros.
Con todo, al esfuerzo de la diócesis se suma el de la Administración, que aportará una inversión propia hasta completar, entre las instituciones eclesiásticas y civiles, un presupuesto total de 777.733 euros para preservar el patrimonio local.
Por primera vez
Aquí hay que destacar que “este año, por primera vez, los tres obispados de la Provincia de Huesca han firmado sendos convenios con la Diputación Provincial y el Gobierno de Aragón para el patrimonio religioso”. Entre ambos convenios suman 260.000 euros. Además, “se van a acometer otras ejecuciones con colaboración económica de los ayuntamientos” en cuyos municipios están los inmuebles apoyados.
Como subraya la ecónoma diocesana, Marta Calavera, entre 2018 y 2023, las inversiones realizadas para sostener el patrimonio eclesial tienen “un importe cercano a los dos millones de euros”. “Se intenta llegar a todo lo más que se puede, con más o menos presupuesto, y hay que destacar estos últimos años las aportaciones de ayuntamientos como Hoz de Barbastro o Montanuy, que colabora mucho con nosotros”, remacha.
Compromiso de los fieles
Finalmente, Calavera enfatiza el apoyo de ciudadanos y fieles, comprometidos muchas veces con esta labor organizando rifas y lotería para recaudar fondos. Algo que, “además, responde a la corresponsabilidad y autosostenimiento al que estamos llamados”. Y es que “debemos preservar el legado que hemos recibido”, pues este, además de su resonancia pastoral, tiene un efecto directo en la sociedad a través de la promoción de la cultura y el turismo.
