En la Aula Magna de la Casa Central de la Pontificia Universidad Católica de Chile se realizó el panel “Dignitas Infinita” que tuvo como expositores al arzobispo de Santiago y Gran Canciller de esa universidad, Fernando Chomalí; Ana María Stuven, académica de la Universidad Diego Portales; y Luis Riveros, ex rector de la Universidad de Chile y actual decano de la Facultad de Economía, Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central. El panel fue moderado por el profesor Fernando Verdugo, académico de la Facultad de Teología de la PUC.
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Iluminar la reflexión
En su saludo, al inicio del panel, el rector de la PUC, Ignacio Sánchez, se refirió al documento pontificio: “‘Dignitas infinita’ recoge los principios y convicciones fundamentales de la enseñanza de la Iglesia Católica sobre la dignidad de la persona humana, con el propósito de iluminar la reflexión, el discernimiento y la acción frente a hechos y situaciones que actualmente, en distintos ámbitos, amenazan o violan la dignidad inherente a todo ser humano”, señaló Sánchez.
Agregó: “Tras una primera parte dedicada a los fundamentos, el documento pasa a recoger los asuntos principales del magisterio moral del papa Francisco, dejando patente la ética coherente de la vida que defiende la Iglesia, sin polarizaciones ni tergiversaciones. Estamos frente a una reflexión que muestra cómo la fe en Cristo constituye hoy un alegato sobre el valor de cada vida humana y sobre la importancia de cuidar las condiciones sociales para que esa dignidad no quede en una mera declaración de principios”, señaló el rector.
La declaración “Dignitas Infinita, sobre la dignidad humana”, publicada el 8 de abril de 2024 por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF), se erige como un documento que recoge las convicciones esenciales de la Iglesia católica sobre la dignidad humana. En un mundo donde la dignidad de las personas se ve constantemente amenazada, invita a la reflexión y a la acción para enfrentar las realidades contemporáneas que vulneran este valor fundamental.
La persona tiene valor y no precio
El arzobispo Fernando Chomalí dijo que la declaración es un documento antropológico teológico. “La dignidad nos la da el Creador, no se la da uno mismo como persona, afirmó el arzobispo. Existimos porque Dios nos ama y ¿por qué existimos?, para amar a Dios. Así la persona tiene valor y no precio. En este sentido el papa Francisco hace un llamado a decir que no a la economía de la exclusión. Hoy en día el sistema económico imperante perpetúa la injusticia y la dignidad y nuestra dignidad es inviolable, porque justamente es Dios quien nos la da. Este documento rompe con el mito de que la Iglesia es solo crítica desde la moral sexual; también lo es en la moral social”, afirmó.
Luego agregó que la dignidad es un don y como tal “contiene en sí misma una tarea, una misión que hay que expresarla. ¿Cómo se manifiesta?, con actos humanos”, dijo Chomalí.
La doctora en historia, Ana María Stuven, hizo una invitación a pensar la lectura de la realidad para dialogar como cristianos evitando las ideologizaciones. Agregó que lo habitual es que quienes más sufren violaciones a su dignidad son las personas vulnerables, marginales, sin acceso a la educación.
“Conozco de cerca el mundo de la prisión, confesó. Y puedo decir, que quien visita a un preso, visita a Jesús. Las mujeres presas no lo están porque cometan delitos de sangre, lo están porque son pobres, no tuvieron educación, son madres solteras, tienen hijos que cuidar y cometen delitos menores para sobrevivir. Hay una tremenda labor de interpelar al Estado para que las mujeres en la cárcel no salgan peor de como ingresaron”.
Más adelante añadió que actualmente existe una decadencia profunda en la vida cívica y en la convivencia, lo que afecta la promoción de la dignidad. “Hoy prevalece la cultura del individualismo por sobre lo colectivo. Hay temor al futuro, desconfianza en el otro, en las instituciones e incluso esto toca a la Iglesia con la crisis de los abusos, que afectó a su credibilidad”, concluyó.
Lo esencial es la educación
El ex rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, valoró el documento señalando que va más allá de la doctrina de la Iglesia, “ya que aborda un problema que afecta a la humanidad. La dignidad se encuentra en la base misma del concepto de persona”, afirmó.
Señaló que el documento ofrece un diagnóstico que requiere una proyección a la acción. Precisó que si bien la declaración señala concretamente los 13 hechos que violan la dignidad humana “hay un elemento faltante en el documento y es el qué debemos hacer”, indicó Riveros.
Luego agregó que para avanzar hacia la defensa y promoción de la dignidad humana es fundamental el factor educacional. “Hay que analizar el rol del Estado en la sociedad moderna, dijo, sobre todo en lo educacional. Si no lo abordamos y a largo plazo, es una condena a muerte. Para mí lo esencial para superar la pobreza y la indignidad es la educación. Hoy formamos personas para competir y debemos hacerlo para colaborar”, enfatizó Riveros.