Thomas Rosica, conocido por su papel en la Jornada Mundial de la Juventud de Toronto en 2002 y como portavoz de lengua inglesa de la sala de prensa vaticana durante varios sínodos, ha sido acusado de acoso sexual por un joven sacerdote en Canadá.
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Tal como recoge Il Messagero, los hechos denunciados, que habrían ocurrido hace 20 años, han sido categóricamente negados por Rosica, quien insiste en que no mantuvo relaciones personales estrechas ni se involucró en conductas inapropiadas. A pesar de ello, será un tribunal civil el que determine la veracidad de las acusaciones, aunque el sacerdote sostiene que “esta cuestión debe ser regulada por los códigos de derecho canónico”, tal como ha señalado a The Pillar.
Federico Lombardi (izquierda) y Thomas Rosica (derecha) en la sala de prensa del Vaticano
Los hechos denunciados
Desde el pasado mes de marzo, cuando la presunta víctima presentó la denuncia, la diócesis de Toronto ha suspendido a Rosica de todas sus funciones hasta que el caso se esclarezca.
Según el testimonio del denunciante, los hechos se remontan a su colaboración en la Jornada Mundial de la Juventud de 2002, cuando Rosica era capellán de los estudiantes católicos en la Universidad de Toronto.
El joven sacerdote relata que inicialmente quedó impresionado por la influencia y reconocimiento internacional de Rosica, lo que lo llevó a desarrollar una “estrecha relación personal” con él. Sin embargo, asegura que también fue víctima de “contacto físico no deseado”.
