Cono Sur

La Iglesia argentina acompaña el mes del migrante

Se hizo eco de la invitación del Papa a organizar la celebración de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 





La Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes (CEMI) de la Conferencia Episcopal Argentina hizo un llamado especial para celebrar este septiembre como el mes del migrante, bajo el lema: “Dios camina con Su pueblo”



Recordaron que el papa Francisco convoca a la Iglesia a vivir la sinodalidad, a reconocerse en relación con las personas en movimiento, migrantes y refugiados. “Todos somos migrantes, ya que estamos en camino hacia la patria eterna, y desde allí compartir con los demás la alegría del camino”, sentenciaron.

Además, manifestaron que Dios está presente en la historia personal de cada uno de los migrantes, con sus riquezas y los aportes con los que puede contribuir en la sociedad para enriquecerla desde las diferencias. Y agregaron que la invitación es a compartir la experiencia de ser migrantes en la alegría, la esperanza, en la construcción de la patria.

Esperan que la presencia de Dios sea lo que los ilumine y los acompañe, especialmente a quienes más lo necesitan: los que sufren pobreza, desarraigo, desilusión, enfermedad, soledad y hambre.

Presencia de Dios

Explicaron que en esta Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado la llamada es a ser presencia junto a tantos hermanos nuestros del amor de Dios entre nosotros, y a vivir la cita de Mt 25, 35: “Yo era migrante y me recibieron” (Mt. 25, 35).

Nuevamente mencionaron al Santo Padre cuando expresó: “Al igual que el pueblo de Israel en tiempos de Moisés, los migrantes huyen a menudo de situaciones de opresión y abusos, de inseguridad y discriminación, de falta de proyectos de desarrollo”, para comentar que en este mundo en movimiento, hay muchas personas que emprenden el camino de manera forzada, dejándolo todo y hasta arriesgando la vida: “Un verdadero éxodo”.

Asimismo reforzaron el pedido del Papa que recordó la necesidad de la presencia de Dios que tienen los migrantes porque lo experimentan como un compañero de viaje, guía y ancla de salvación. Se encomiendan antes de partir y  acuden a Él en situaciones de necesidad, en la oración, confían sus esperanzas. Afirmaron que “Dios no sólo camina con Su pueblo, si no en Su pueblo”.

Por tal motivo, en el camino y compartiendo con ellos, la convocatoria es a crecer con la convicción de que los migrantes y refugiados ayudan a vivir la vida en la experiencia de comunión: “a compartir lo que somos, lo que tenemos, lo que sabemos, en quién creemos, para que podamos entender la experiencia del amor de Dios presente día a día, en nuestro camino”.

Recursos

Para colaborar y ayudar a las comunidades a vivir intensamente este mes del migrante, la Comisión Episcopal ofrece los siguientes recursos:

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