Asia

Todo listo para el viaje más largo de los 45 realizados por el papa Francisco, que recorrerá 32.814 kilómetros

Del 2 al 13 de septiembre, Bergoglio recorrerá Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur en una visita única





El 12 de abril, Matteo Bruni, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, hizo público un comunicado en el que afirmaba que, “acogiendo la invitación de los respectivos jefes de Estado y de las autoridades eclesiásticas, el papa Francisco realizará un viaje apostólico, del 2 al 13 de septiembre, a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur”.



Recuerdo que la noticia fue acogida con estupor y no faltaron comentarios irónicos (“al final un viaje tan descabellado acabará siendo cancelado”, profetizó algún agorero) o escépticos, dada la edad y el estado de salud del Pontífice. Desconocían la determinación de Bergoglio y que la visita había sido proyectada para 2020, pero que hubo que renunciar a ella a causa de la pandemia del Covid-19.

Cuatro países en dos continentes

Llegado el momento, este lunes 2 de septiembre, el Airbus 330 de ITA Airways despegará a las cinco y cuarto de la tarde del Aeropuerto Leonardo da Vinci de Fiumicino para aterrizar, trece horas más tarde, en el Aeropuerto Sokarno, de Yakarta, cuando serán las seis y media de la mañana del martes 3 en Roma. Dará entonces comienzo la visita de once días a cuatro países situados en dos continentes, en uno de los cuales, Asia, vive una tercera parte de la humanidad.

Es el viaje más largo de los 45 hasta ahora realizados por el papa Francisco, que en total recorrerá 32.814 kilómetros, superando con amplitud los 30.336 empleados para visitar en 2018 Chile y Perú; también deja atrás por su duración (once días) otras visitas, como los ocho días que le llevaron a Brasil por la JMJ de 2013 o a Cuba y Estados Unidos, en 2015, para presidir el Encuentro Mundial de las Familias y, de paso, para entrevistarse con el patriarca Kirill de Moscú.

Serán 40 las horas de vuelo y cuatro los cambios de huso horario. Téngase en cuenta que Jorge Mario Bergoglio tiene ahora 87 años y cumplirá uno más en diciembre, siendo patentes sus dificultades motoras. Todo un reto pues.

Para Tagle, un acto de humildad

Comentando este viaje estos días el cardenal Luis Antonio Tagle, prefecto del Dicasterio para la Evangelización de los Pueblos y que forma parte del séquito que acompaña al Santo Padre, ha declarado: “Yo soy menos viejo que el Papa y experimento que estos largos viajes son muy pesados. Para él, abrazar esta fatiga es un acto de humildad. No es un ‘show’ para mostrar aquello de lo que es aún capaz. Como testigo, digo que es un acto de humildad ante el Señor que nos llama. Un acto de humildad y de obediencia a la misión”.

Siendo esta una crónica escrita antes de que emprendamos viaje en el mismo avión que utilizará el Papa, nos limitaremos a una presentación general del primer país visitado, Indonesia. Con una superficie de casi dos millones de kilómetros cuadrados, viven 280 millones de habitantes, la inmensa mayoría de los cuales son musulmanes. De hecho, no hay país en el mundo con una población tan grande de fieles seguidores del profeta Mahoma (el 87,1 por ciento, para ser exactos).

Su Constitución respeta la libertad religiosa y el Gobierno reconoce oficialmente cinco religiones: el islam, el cristianismo, el hinduismo, el budismo y el confucionismo. La ideología oficial, respetada desde su independencia de Holanda y expresada en la Carta Magna, es la “pancasila”, basada en estos principios: fe en un único Dios supremo, humanitarismo justo y civil, democracia guiada con sabiduría, justicia social.

Absoluta libertad

Según las últimas estadísticas, son católicos algo más de ocho millones, lo que supone un porcentaje del 3,01 por ciento. La Iglesia católica goza de absoluta libertad y sus relaciones con la Santa Sede son excelentes. Pablo VI fue el primer papa que visitó Indonesia, en el curso de un viaje realizado en 1970 por diversos países asiáticos y oceánicos, mientras que san Juan Pablo II lo hizo en 1989; ambos fueron recibidos con gran entusiasmo popular.

En uno de sus discursos, el Papa polaco subrayó que “el diálogo y el intercambio respetuoso entre fieles de diferentes religiones juega un papel esencial en la construcción de una sociedad pacífica y unificada. Es muy importante que este derecho sea tutelado por el Estado y que este pueda garantizar efectivamente y promover la observancia de la libertad religiosa, sobre todo cuando, junto a una gran mayoría que sigue una religión, existen uno o varios grupos minoritarios de otra fe”.

El archipiélago indonesio lo forman más de 17.000 islas, de las cuales 6.000 están habitadas. La Iglesia está presente en las principales –Java y Sumatra– y cuenta con diez circunscripciones eclesiásticas, al frente de las cuales figuran 50 obispos, entre los que destaca el arzobispo de Yakarta, el cardenal Ignatius Suharyo Hardjoatmodio, que pastorea su comunidad con la ayuda de 6.000 sacerdotes, casi 10.000 religiosas y más de 20.000 catequistas. Existen 16 seminarios, mayores y menores, donde se preparan para el sacerdocio 8.000 jóvenes.

Clave en el mundo educativo

Su presencia es muy importante, sobre todo en el mundo educativo, ya que sus centros acogen a casi un millón de alumnos (muchos de los cuales no son católicos) y tienen abiertas nada menos que 11 universidades, entre las que destaca la Sanata Dharma de Yogiakarta, ciudad donde existe también una prestigiosa Facultad de Teología dirigida por los jesuitas.

Presentándonos a los vaticanistas las características de este viaje, Matteo Bruni indicó cuáles serían sus temas clave: “El diálogo y la convivencia armoniosa entre las religiones, la reconciliación social, los cambios climáticos y sus efectos devastadores en tierras volcánicas y oceánicas, el equilibrio entre el avance económico-tecnológico y el desarrollo humano y espiritual de los pueblos, la evangelización en zonas del mundo donde las comunidades cristianas viven como la Iglesia en sus orígenes o la acogida de los refugiados”.

Cuando se le preguntó si Francisco podría abordar en alguno de sus 14 discursos problemas como la pena de muerte, vigente en alguno de estos países, o el drama de los abusos sexuales (vivido con gran intensidad en Timor cuando se acusó de los mismos al héroe de la independencia y obispo de Dili, el salesiano Felipe Ximenes Belo, Premio Nobel de la Paz), el portavoz vaticano ni lo confirmó ni lo excluyó.

¿Medidas especiales?

A mi pregunta de si, dadas las actuales condiciones de salud del Santo Padre y de los fatigosos días que le esperan, se habían previsto algunas medidas sanitarias especiales, su respuesta fue: “No hay preocupaciones añadidas. Los protocolos sanitarios ya llevados a cabo en otros viajes son considerados suficientes”. Y añadió que en la comitiva papal figuran un médico y dos enfermeros que controlarán la salud de Francisco.

Después de los tres días trascurridos en Indonesia, el Papa se desplazará a Port Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea, donde está previsto que llegue en la mañana del viernes 6 de septiembre. En este estado soberano de Oceanía, que forma parte de la Commonwealth, permanecerá cuatro jornadas y, desde allí, se trasladará a Timor Oriental, que puede ser considerado el país más católico del mundo, puesto que como tal se declaran el 95,97 por ciento de su millón y medio de habitantes; herencia sin duda de su pasado colonial portugués y del papel preponderante que jugó la Iglesia católica en la dura lucha por su independencia.

El miércoles 11 de septiembre llegaremos a Singapur, etapa final de este largo viaje, desde donde, dos días después, emprenderemos viaje de regreso a Roma. Esta vez nos esperan 12 horas y media de vuelo, para aterrizar en la Ciudad Eterna a las seis y media de la tarde, finalizando así una “aventura” apostólica sin precedentes en 11 años de pontificado del papa argentino e…irrepetible.

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