El director del centro de los Dominicos de la Provincia de Hispania presenta el nuevo curso, con la novedad del programa de Formación en Teología Dominicana
Rodrigo Hidalgo, OP, director de la Escuela de Teología en Internet (ETI) de los Dominicos de la Provincia de Hispania, Facultad San Esteban de Salamanca, presenta el nuevo curso académico de un centro que sigue creciendo y que este año presenta como novedad el nuevo programa de Formación en Teología Dominicana.
PREGUNTA. ¿Cómo podría definir el curso que ahora acaba, el primero de esta nueva Escuela?
RESPUESTA.- Me gustaría empezar comentando, lo que ya he explicado en alguna ocasión, que esta nueva Escuela de Teología en Internet hereda lo mejor de otras dos anteriores que, en paralelo, y por más de dos décadas, habían venido funcionando. Sí que es verdad que cuando asumo esta responsabilidad ambas estaban, con matices, en un punto de no retorno, y se necesitaba de un giro radical si queríamos que el proyecto online siguiese teniendo alguna relevancia.
Sin embargo, la “semilla” de los estudios teológicos online ya había sido sembrada, y esto ayudó. Si a lo anterior sumamos lo que supuso la pandemia y el documento de la Santa Sede, con una visión más favorable a los estudios online, era cosa, entonces, de saber interpretar estos signos que nos llegaban, y emplearse a fondo para “cosechar” los mejores frutos en este proyecto que se relanzaba.
¡Y la experiencia está siendo altamente positiva! Tenemos más de 200 alumnos, y todo hace pensar que seguiremos creciendo. La procedencia de los mismos es diversa, un porcentaje alto son de España y muchos de Hispanoamérica, incluidos hispanos de Estados Unidos. Con nosotros estudian consagrados, seglares que aspiran al diaconado permanente, laicos, profesores, catequistas y muchas personas que siempre quisieron estudiar teología. Nuestro alumnado, como se ve, es muy plural.
La escuela es internacional, donde los alumnos aprenden teología a su ritmo, compaginando estos estudios con otras actividades laborales, y esto dentro de la gran tradición teológica dominicana, orden religiosa que tiene como sello de identidad en la Iglesia el estudio de las ciencias sagradas y la predicación.
P.- Para este nuevo curso, ¿cuáles son los objetivos?
R.- Son varios. El objetivo más inmediato es seguir mejorando el trabajo que ya estamos haciendo, consolidando los dos nuevos programas que estamos ofreciendo, entre otros, el más amplio, Estudios Teológicos, que incorpora, además, filosofía e historia de la Iglesia. Ambos programas cubren a una amplia gama de alumnos interesados en su formación teológica, según sus objetivos personales.
Nos interesa destacar, por otra parte, que los estudios online no son el futuro, como se ha dicho, sino ya el presente, y que podrán convivir de igual a igual con los estudios presenciales; y esta modalidad sigue creciendo y consolidándose cada vez más en los centros de educación superior.
Tenemos como meta que nuestros alumnos vean que detrás de una plataforma de estudios, o emails -“mundo digital”- somos una escuela formada por personas, con rostros concretos; de ahí la importancia que damos a responder con rapidez todas las dudas, pues donde tenemos conexión a internet, allí nuestra escuela está siempre abierta.
También, iremos incorporando nuevas herramientas de la tecnología de la educación que faciliten el estudio a los alumnos, generando una mayor interacción con el profesor. Y ya, en un futuro, a medio y largo plazo, ir viendo los desafíos y posibilidades que de cara a la educación plantea la inteligencia artificial, que está llamada a cambiarlo todo.
P.-¿Y alguna novedad?
R.- Sí, una muy importante, presentamos para este curso un nuevo programa: Formación en Teología Dominicana, que está abierto a todos los que quieran conocer nuestra gran tradición teológica, desde Santo Tomás de Aquino, pasando por la Escuela de Salamanca, la Escuela Bíblica de Jerusalén y la gran teología del siglo XX que, junto a otras escuelas, posibilitó el gran acontecimiento eclesial que fue el Concilio Vaticano II.
Sabemos que no se puede entender la vida de la Iglesia, desde el siglo XIII en adelante, sin la labor de reflexión y predicación que los dominicos han llevado a cabo, generando una corriente de espiritualidad con sus grandes místicos, entre otros, santa Catalina de Siena, santa Rosa de Lima, Fr. Luis de Granada, el P. Arintero, entre otros, impulsando, a su vez, una gran fuerza misionera en América y Asia.
Con este programa, por tanto, estamos ofreciendo a todos los que quieran conocer en profundidad, y de primera mano, la teología, espiritualidad y misión de esta gran familia religiosa en la Iglesia, cuya repercusión ha quedado también plasmada en la cultura occidental. Pienso, por ejemplo, en la figura del dominico, teólogo y jurista Francisco de Vitoria y el derecho de gentes y su reflexión en torno a la dignidad humana, germen del derecho internacional y de los derechos humanos actuales.
P.-¿Los estudios online son para todo el mundo?
R.-Reconozco que trabajar online puede parecer algo impersonal. Sin embargo, la experiencia es todo lo contrario, se genera también una comunidad, eso sí, digital, con la que interactúas ofreciendo también una posibilidad de evangelización.
También, me alegra saber que religiosas de clausura tienen a nuestra escuela incorporada en sus planes de formación o que este año se ordenó un alumno como diácono permanente, o que algunos de los alumnos están coordinando departamentos de pastoral en centros educativos, o que un profesor universitario del ámbito de la ciencia te diga que estos estudios le han servido para tener un horizonte más amplio en su comprensión de su reflexión científica del universo.
En definitiva, como dice el papa Francisco, el continente digital está ahí para ofrecer también las semillas del Evangelio; y una Orden que nació para la predicación y la evangelización, debe estar en esta frontera para seguir anunciando la Buena Nueva.