El papa Francisco arrancó esta mañana su agenda oficial dentro de su gira por Asia y Oceanía en Indonesia en el palacio presidencial de Yakarta. Tras una reunión privada con el presidente indonesio, Joko Widodo, Francisco se dirigió a las autoridades, las sociedad civil y el cuerpo diplomático.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- El Podcast de Vida Nueva: bulerías católicas; bulos y noticias falsas sobre la Iglesia
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
En su primer discurso, Jorge Mario Bergoglio reivindicó la necesidad de promover políticas de natalidad, como un medio para “construir la justicia social” que permite defender “una existencia digna” frente a los graves y crecientes desequilibrios sociales, causantes de grandes y graves conflictos”. Ese fue el punto de partida para lanzar una reflexión: “¿Y cómo se resuelve esto? Con una ley de muerte, evitar el nacimiento, evitar la riqueza más grande que un país tiene, los nacimientos”.
‘Muchos pero uno’
De hecho, no dudó en elogiar a la sociedad indonesia: “Su país tiene familias de tres, cuatro, cinco hijos que van adelante”. “Continúen así, es un ejemplo para todos los países”, comentó el pontífice que, como en otras ocasiones, compartió cómo hay que opta por “tener un gato, un perro y no un hijo”. “Esto no está bien”, aseveró, contando con la complicidad de su anfitrión, Joko Widodo.
Partiendo del lema nacional de Indonesia, ‘Muchos, pero uno’, Francisco puso en valor la “realidad multiforme de pueblos” que son “firmemente integrados en una sola nación” que configura un “magnífico mosaico”. En este sentido, ensalzó “el respeto a las diferencias” que se da en el archipiélago “cuando cada etnia y confesión religiosa actúa con espíritu de fraternidad, persiguiendo el noble objetivo de servir al bien de todos”. En este sentido, recordó que “este sabio y delicado equilibrio entre la multiplicidad de culturas, las diferentes visiones ideológicas y las razones que fundamentan la unidad, debe ser defendido continuamente contra cualquier desajuste”.
Eliminar prejuicios
Fue en este punto cuando planteó que la Iglesia católica está comprometida con “incrementar el diálogo interreligioso” para “eliminar prejuicios”. Así, en el país con más musulmanes de todo el planeta apuntó cómo los cristianos están llamados a moldear una “armonía pacífica y constructiva que garantice la paz” frente al “extremismo y también la intolerancia, que —tergiversando la religión— intentan imponerse sirviéndose del engaño y la violencia”. Además, Francisco elogió cómo la Iglesia está trabajando para “vencer los desequilibrios y las bolsas de miseria que aún persisten en algunas zonas del país”.
A la par, reivindicó la necesidad de trascendencia frente a quienes “consideran que pueden o deben prescindir de la búsqueda de la bendición de Dios, juzgándola superflua para el ser humano y para la sociedad civil”. Por otro lado, también alertó de cómo el fe en Dios también puede “ser manipulada y servir no para construir la paz, la comunión, el diálogo, el respeto, la colaboración y la fraternidad, sino para fomentar las divisiones y aumentar el odio”.
Concordia como meta
Para finalizar su intervención, Francisco presentó “la concordia” como una meta que se alcanza “cuando cada uno se compromete, no sólo en función de sus propios intereses y de su propia visión, sino con vistas al bien de todos, para construir puentes, para favorecer los acuerdos y crear sinergias, para aunar esfuerzos y derrotar toda forma de miseria moral, económica y social, y para promover la paz”.
El presidente indonesio correspondió a las palabras del Obispo de Roma con “el espíritu de la paz y la tolerancia es lo que Indonesia y el Vaticano queremos promover, especialmente frente a un mundo cada vez más turbulento”. A la par, no dudó en posicionarse del lado de Roma en materia internacional al comentar que “Indonesia valora mucho la posición del Vaticano, que continúa urgiendo a la paz en Palestina y apoyando la solución de los dos estados”. Para Widodo, este viaje papal es el broche a su mandato, en tanto que el 20 de octubre dejara el cargo en manos de Prabowo Subianto, ganador de las elecciones del pasado febrero.