El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, llamó terroristas a los obispos exiliados Rolando Álvarez y Silvio Báez, ordinario de Matagalpa y auxiliar de Managua, respectivamente.
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Esto, al recordar la crisis política social de 2018, cuando el gobierno de Daniel Ortega anunció reformas al sistema de seguridad social, las cuales ocasionaron las protestas de diferentes sectores del país, lo que llevó a la represión de los manifestantes.
Posteriormente se llevó a cabo un diálogo entre los inconformes y el gobierno, cuyo mediador fue la Iglesia católica; no obstante, no se llegaron a acuerdos. Esta crisis social dejó, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, unos 355 muertos.
“Unos sacerdotes que nos odiaban”
En el marco del desfile militar por el 45 aniversario de la fundación del Ejército de Nicaragua, el presidente Ortega hizo referencia en su discurso a lo ocurrido en 2018, año “doloroso, donde se juntaron todos los demonios“, dijo.
Al referirse al diálogo entre los sectores inconformes y el gobierno, aseveró: “intentamos un diálogo, desgraciadamente organizado por unos sacerdotes que nos odiaban, que no practicaban lo que es y lo que manda Cristo, ellos no amaban al prójimo… exaltaban a los que estaban asesinando y quemando… querían acabar con los beneficios que traía para los pobres, para el pueblo esta revolución”.
Asimismo, expresó: “no podemos olvidar cómo atrancaron el país, tranques por todos lados… tranques que podíamos botarlos en segundos, pero queríamos que se llegara a un entendimiento ahí… la policía acuartelada: ¡no disparen!”.
“El cura Báez y el otro, el de Matagalpa, terroristas”
Continúo Daniel Ortega: “Mientras tanto, en el diálogo los delegados del pueblo, trabajadores, transportistas, agricultores, ganaderos, llegaban a plantear que se suspendieran los tranques, para poder ya buscar un arreglo y había unos cuantos curitas, el cura Báez y el otro, el de Matagalpa, terroristas, que cuando decíamos ‘bueno, vamos a votar quiénes están a favor de que se levanten los tranques’, y levantaban la mano los delegados que están con los trabajadores, y transportistas, así como los pequeños empresarios que estaban perdiendo”.
“‘Y quiénes están a favor de que se mantengan los tranques’, y levantaban la mano todos los bandidos esos que estaban con esos curas, y los curas levantando la mano también, no todos, pero sí Báez y el de Matagalpa, y eso lo vio todo Nicaragua porque ellos habían exigido que se transmitiera por televisión”.
Hace poco más de una semana el mandatario nicaragüense criticó incluso al Vaticano durante un discurso en una reunión virtual de jefes de Estado: “El Vaticano es un instrumento más en todas estas batallas que estamos librando (en el mundo), un instrumento más que es parte del conglomerado del fascismo que, en nuevas modalidades, quiere dominar el mundo”.