El Pontífice, al intentar ponerse en pie al bajar del avión, tropezó y estuvo a punto de caerse, pero todo quedó en un susto sin consecuencias
Hemos tenido que llegar a Port Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea, para ver por primera vez en este viaje a compactas y festivas multitudes en las calles aclamando el paso de la caravana papal; varios miles de personas se habían agolpado en los ocho kilómetros que separan el aeropuerto del centro de la ciudad para no perderse el espectáculo.
Muchos de ellos llevaban varias horas esperando y con sus manos agitaban lamparillas encendidas saludando con ferviente entusiasmo al papa Francisco que les respondía desde su utilitario blanco con bendiciones y sonrisas.
Seis horas y cuarto han sido necesarias para trasladarnos desde Yakarta a la capital de este país que ocupa la mitad oriental de la isla de Nueva Guinea, muy cercana a Australia y a las islas Salomón.
Un tercio de su población -casi nueve millones de habitantes- vive en una extrema pobreza; la religión dominante es la católica (26%), pero el conjunto de iglesias protestantes (luteranos, adventistas del séptimo día, evangélicos, etc.) agrupa el mayor número de fieles (70%). La libertad religiosa está garantizada por la constitución y los musulmanes son una minoría insignificante, poco más de 2.000.
El recibimiento al Papa se ha hecho con todos los honores; apenas descendido del avión de la compañía indonesia de aviación Garuda se dirigió en silla de ruedas al estrado donde le esperaba el viceprimer ministro; al intentar ponerse en pie tropezó y estuvo a punto de caerse, pero todo quedó en un pequeño susto sin consecuencias. Sentado escuchó los himnos nacionales y saludó a la delegación gubernamental.
Dos centenares de personas le aclamaron al abandonar el aeropuerto. La noche ya cubría todo el trayecto hasta la Nunciatura Apostólica, donde va residir.
Mañana sábado, a primera hora de la mañana (1:45 horas en España), está previsto que se desplace a la sede donde reside el Gobernador General de Papúa Nueva Guinea, Sir Bob Bofeng Dadae; este país forma parte desde 1875 de la Commonwealth británica y reconoce como su soberano al actual monarca Carlos III.
La ceremonia tendrá lugar en la Government House y acto seguido el Papa acudirá a un moderno centro de congresos construido en 2018 para acoger una reunión de los líderes de APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico).
En este edificio tendrá lugar el encuentro oficial con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático. Están previstos dos discursos, el primero lo pronunciará el gobernador (63 años) y a continuación el del Papa que, como es habitual, pondrá de manifiesto los objetivos de su visita y se referirá a las cuestiones de mayor interés no solo para el país que visita sino para toda la zona del Pacífico, algunos de cuyos jefes de gobierno estarán presentes, y también sobre la grave situación mundial.
El segundo acto de este jornada será la visita a una escuela femenina católica donde encontrara a niños huérfanos o abandonados y chicas que frecuentan este centro de formación cristiana y civil.