El papa Francisco, en Papúa Nueva Guinea: “Las mujeres tienen la fuerza de dar la vida, de construir, de hacer crecer un país”

El papa, en el encuentro con las autoridades y la sociedad civil en in Port Moresby

La primera impresión de quien llega a Port Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea, es la de encontrarse en un país africano. Así le pareció al explorador español Íñigo Ortiz de Retes cuando en el 1545 desembarcó en estas tierras y notó el parecido de sus habitantes con los nativos de la Guinea en el continente negro y por eso le dio el nombre de Nueva Guinea. Por otra parte, el origen de la palabra Papúa parece derivarse del malayo ‘papuah’, que significa rizado, como lo son los cabellos de quienes aquí viven.



Francisco inició la segunda etapa de su viaje apostólico a última horas de la tarde del viernes y, después de la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto, se retiró a la Nunciatura Apostólica para descansar y prepararse para la dura jornada que le esperaba al día siguiente, sábado 7 de septiembre.

Encuentro oficial

Después de celebrar privadamente la misa, a las nueve y media de la mañana  -cuando era la 1:30 de la madrugada en Madrid- se presentó en la Casa del Gobernador, que en nombre de Su Majestad Británica ‘gobierna’ esta nación miembro de la Commonwealth. Sir Bon Bofeng Dadae ejerce su alta misión desde 2017, es de religión luterana y durante el encuentro privado le presentó al pontífice a su mujer Hannah y a sus cuatro hijos.

El papa Francisco, con el gobernador de Papúa Nueva Guinea, Bon Bofeng Dadae

El papa Francisco, con el gobernador de Papúa Nueva Guinea, Bon Bofeng Dadae

En comitivas diferentes, el Papa y el gobernador se dirigieron al icónico y muy moderno edificio de la APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico) situado frente al mar, donde tuvo lugar el encuentro más oficial y protocolario con las autoridades y exponentes de la sociedad civil, además del Cuerpo Diplomático.

Servicios eclesiales

El gobernador pronunció un discurso de inspiración muy religiosa, pidiendo que “las naciones vuelvan a rezar a Dios ante la avanzada del ateísmo” y reconoció que “la Iglesia es uno de los principales socios del gobierno en proporcionar servicios a la nación en la educación, asistencia sanitaria y espiritual”.

En este país, que tiene un alto porcentaje de feminicidios, violaciones y violencias contra las mujeres, insistió en que quieren “reconocer el papel de la mujer y alzar la voz ante su necesidad de protección”. “El femenino no es sólo un género sino un don especial de Dios para generar una nación y como la madre naturaleza custodia y sostiene a la humanidad”, remarcó.

Sobre este grave problema al final de su discurso, Bergoglio improvisó unas palabras afirmando que “son las mujeres las que llevan adelante un país”. “Las mujeres tienen la fuerza de dar la vida, de construir, de hacer crecer un país. No olvidéis a las mujeres que ocupan el primer lugar en el desarrollo humano y espiritual”, planteó Jorge Mario Bergoglio.

Riqueza espiritual

En la primera parte de su alocución, el Santo Padre destacó “vuestra extraordinaria riqueza cultural”.  “Les confieso -añadió- que se trata de un aspecto que me cautiva mucho, también a nivel espiritual, porque imagino que esa enorme variedad sea un desafío para el Espíritu Santo que crea la armonía en las diferencias”.

El papa, en el encuentro con las autoridades y la sociedad civil en in Port Moresby

El papa, en el encuentro con las autoridades y la sociedad civil en in Port Moresby

Siendo la Papúa Nueva Guinea muy rico en  recursos naturales (minas de oro y de cobre, petróleo y gas natural ) y agrícolas que constituyen el 30 % de su Producto Nacional Bruto, el Pontífice pidió “favorecer todas las iniciativas oportunas para valorizar los recursos naturales y los recursos humanos de tal modo que se pueda dar vida a una desarrollo sostenible y equitativo que promueva el bienestar de todos, sin excluir a nadie”.

Desarrollo solidario

Su última insistencia se refirió a la estabilidad de las instituciones porque “aumentar la solidez institucional y construir un consenso sobre las metas fundamentales, es de hecho, un requisito previo  para el desarrollo integral y solidario que también exige una visión a largo plazo y un clima de cooperación entre todos”.

El programa de Bergoglio continua esta tarde con una doble visita. La primera, a la Escuela Técnica de Caritas donde encontrará a los niños de la calle y a jóvenes muchachas que reciben una educación que les capacite para trabajar. La segunda se la reserva a los obispos y otras fuerzas vivas de la Iglesia de Papúa Nueva Guinea y de las contiguas Islas Salomón.

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