Daniel Sancho ha sido condenado a cadena perpetua en Tailandia por el asesinato premeditado del médico colombiano Edwin Arrieta, a quien asesinó y desmembró en una decena de trozos. La defensa del cocinero, encabezada por Marcos García Montes, todavía confía en poder darle la vuelta a la condena tras un recurso que presentará ante el Tribunal de Apelación. Junto a Juan Luis Galiacho, director de Elcierredigital.com, intentamos dilucidar cómo se encuentra, los años de pena que podría cumplir en Tailandia, o si es posible la extradición a España.
PREGUNTA.- El caso Sancho ha sido un juicio muy mediático. ¿Ha fracasado la defensa?
RESPUESTA.- La estrategia de la defensa no ha sido la más adecuada, y lo digo desde hace tiempo. Si hubiera sido la adecuada, se habrían unido padre y madre, pero así ha habido muchas discrepancias y polémica. Por tanto, no era la compartida por ambos. Va a pasarse prácticamente toda su vida en la cárcel.
P.- ¿Si hubieran pactado con la familia del colombiano en cuatro años podría estar en España?
R.- No sé si hubiera sido necesario pactar, pero en una defensa agresiva como la que se ha mantenido no era posible. No se han evaluado bien los parámetros de dónde estamos y dónde vamos a ser juzgados. Ha tenido tres abogados de oficio, y un padre nunca cogería uno de oficio para defender a su hijo que se juega la vida o la pena de muerte.
P.- ¿Y el recurso? ¿Qué cree que se conseguiría?
R.- Normalmente, por lo que he investigado y conozco de la legislación tailandesa, es complicado que en un recurso te den la razón. Siempre la primera instancia domina, como ocurrió en el caso de Artur Segarra, el otro español, que descuartizó y asesinó. Lleva seis años y continúa allí.
P.- ¿Podría hacer algo Felipe VI?
R.- No lo creo, ni siquiera el papa Francisco… No creo que nadie se moje por Daniel Sancho. Pero solo es mi opinión.
P.- ¿Ni siquiera el Papa?
R.- Estamos en un régimen budista. El Papa hubiera intercedido en caso de pena de muerte, porque la religión católica no puede permitirlo, pero aquí es cadena perpetua. Hay una sentencia y el Vaticano no ejercería una intromisión sobre un poder judicial o político de un país. No es su misión. (…)