Con una eucaristía campal en la explanada del parque Bicentenario de Quito, en la que participaron 25 mil personas, inició el 53.º Congreso Internacional Eucarístico este 8 de septiembre.
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Alfredo José Espinoza, arzobispo de Quito, presidió esta misa solemne, acompañado por Andrés Carrascosa, nuncio apostólico, por eso “la carita de Dios” – como se le conoce a la capital de la mitad del mundo – “se convierte en la gran tienda eucarística”, dijo el prelado.
Dio la bienvenida a las delegaciones de todo el mundo, que están presentes en este evento de la Iglesia universal que “nos desafía a ser verdaderos constructores de fraternidad para sanar las heridas del mundo y nos compromete a hacer auténticamente hermanos en medio de un mundo lleno de violencia”.
Multitudinaria primera comunión
1700 niños realizaron su primera comunión en el marco de este evento especial, pero que representan una muestra de los 16.000 que en todo Quito “reciben por primera vez el cuerpo de Cristo”. Así explicó Espinoza.
Por eso, “quedará grabado [este momento] para toda la vida en sus corazones y podrán decir con certeza de que son los misioneros eucarísticos de nuestra Iglesia de Quito”.
El primado de Quito recordó que “crecerán sabiendo que están llamados a construir la fraternidad comenzando en su propia familia”.
Resaltó que “con sus trajes blancos, con sus trajes típicos” marcan esta primera alianza con Jesús que “quiso quedarse para siempre a nuestro lado”.
Apertura oficial
El cardenal Baltazar Porras, antes de la bendición final, se dirigió al pueblo ecuatoriano: “desde estas montañas andinas quiero iluminar al mundo entero uniéndonos a nuestro querido papa Francisco que en el otro extremo de nuestro planeta está también llevando fraternidad”.
El purpurado venezolano ha expresado que “para sanar heridas” debemos “ser capaces de arrancar de nuestro corazón todo lo que son los odios, violencias, guerras. Todo aquello que nos divide”.
Sobre los niños que han recibido la primera comunión mencionó que “son ellos una luz de esperanza”, aunque “como adultos en algún momento dudamos de nuestra fe, “hoy con su canto, con su candor, con su ternura, nos están diciendo que sí vale la pena seguir al Señor”.
Declaró abierto el 53.º Congreso en nombre del Papa, toda vez que el arzobispo de Quito entregó una imagen de la Virgen alada del Panecillo, “buena madre que nos mira a todos, porque una madre no da la espalda nunca a sus hijos, una madre que mira y ama a Quito y y hoy te ama a ti [a Porras]”.
Foto: iec2024