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Un sacerdote venezolano en Madrid, tras el exilio de Edmundo González: “Esperamos que así pueda recabar apoyo internacional”

“Si los que estamos fuera del país no enviáramos comida y dinero, se pasaría hambre”, se duele este pastor que salvaguarda su identidad para proteger a su familia





Millones de venezolanos están “en estado de shock” desde que, el pasado 8 de septiembre, se anunciara que Edmundo González, que habría ganado las elecciones presidenciales del 28 de julio a Nicolás Maduro al recabar el 70% de los votos, tras la negativa del régimen a aceptar los resultados y la represión desatada contra los opositores, se ha visto obligado a salir a la fuerza del país y exiliarse temporalmente en Madrid. Ese es el “dolor” y la “desesperanza” que un sacerdote venezolano residente en la capital de España (prefiere salvaguardar su identidad para proteger a su familia) transmite a Vida Nueva.



El presbítero reconoce que, tanto dentro como fuera del país, los venezolanos “vivimos un momento marcado por la incertidumbre”. Y eso que, hace apenas unas semanas, en las elecciones hubo “una movilización impresionante, como nunca en 20 años”, fruto del “cansancio” de un pueblo “harto de un régimen narco-terrorista que se apoya en intereses tan nocivos como los de las FARC, Hezbollah o los grandes traficantes de droga”. Lo que también se dio “gracias al empuje de María Corina Machado, que generó ilusión en todos los rincones del país y que recabó un apoyo indiscutible, hasta el punto de que todos sabemos que el Gobierno perdió las elecciones”.

¿Dónde están las actas?

Lo que siguió es que “el régimen se ha negado sistemáticamente a ofrecer las actas que supuestamente confirmarían su victoria. Y todo porque sabe que los números no le dan… Apostaron por una proclamación presidencial de Maduro apenas 24 horas después de cerrarse las urnas. Y luego incluso se valieron de instituciones como el Consejo Nacional Electoral o el Tribunal Supremo para avalar ese supuesto resultado… Pero todos sabemos la verdad”.

Tan verdad como esta otra realidad: “Si los que estamos fuera del país no enviáramos comida y dinero, se pasaría hambre”. Lo que ilustra con un ejemplo: “Mi hermana es profesora en un centro público y cobra 27 dólares al mes. El régimen trata de completarlo con ‘bonos patrióticos’, pero son simples paños de agua caliente que no pueden disimular que la situación es insostenible”.

Se agarran a María Corina Machado

Después de muchas semanas de tensión, este sacerdote lamenta que la salida de Edmundo González, tras protegerle el Gobierno de España en su embajada en Caracas y conseguir para él un salvoconducto, “ha generado mucha tristeza” en la gente, aunque esta aún “se agarra a la figura de María Corina Machado, que sigue dentro del país, batallando, y es la que nos ofrece optimismo y esperanza”.

Con todo, trata de ir más allá a la hora de valorar de otro modo la salida del autodenominado presidente electo: “Fruto de su experiencia como diplomático, puede ser que la estrategia sea que él, fuera del país, pueda ir recabando el apoyo de la comunidad internacional a su causa y, mientras María Corina Machado mantiene la acción dentro, todo se vaya cuadrando para que, como ambos dicen, el 10 de enero asuma formalmente la presidencia”. Con todo, no puede evitar “el dolor al comprobar cómo él ha venido aquí con un salvoconducto y en un avión presidencial, mientras que hasta 3.000 personas anónimas que le han defendido están ahora en la cárcel acusadas de graves cargos”.

El papel de España

Respecto a la mediación de España, si bien el Gobierno de Pedro Sánchez es el que ha acogido aquí al líder opositor perseguido, el pastor también deplora “la tibieza del Ejecutivo ante el régimen”. Aunque la peor parte se la lleva el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, “que siempre intercede por la dictadura y nunca ayuda a un pueblo que siente dolor por su estrategia y que le rechaza con fuerza al ser muy consciente de que sigue el juego del régimen”.

En estas horas complicadas, “el gran temor es que María Corina Machado sea detenida. Ella es firme y está sabiendo muy bien defender la causa democrática, como demostró al recopilar la inmensa mayoría de las actas electorales, algo que Maduro no esperaba para nada. Si ella cayera, estaríamos desamparados”.

“Tibieza” de los obispos

A nivel eclesial, se muestra crítico con la “tibieza” de los obispos: “Los dos únicos que han hablado claro contra el régimen son los dos cardenales, Baltazar Porras y Diego Padrón. El resto están algo acobardados. Pero hay que entenderlo de algún modo, pues los coaccionan a través de amenazas a sus familias”.

Tampoco espera nada del ejército: “En Venezuela hay más de 2.000 generales, más que en todo Estados Unidos… Y todos ellos tratan de ganarse su posición ante el régimen que los ha nombrado, pese a que eso signifique contribuir a la extorsión de su pueblo, al lado de un Maduro que, como sabe que no dice la verdad, solo asienta su poder en la fuerza de las armas, reprimiendo incluso a niños”.

Oración en Madrid

El sacerdote remata su testimonio agarrándose a la fe: “Mañana, 11 de septiembre, los venezolanos celebramos a nuestra patrona, Nuestra Señora de Coromoto. Los muchos que vivimos en Madrid, como cada año, lo haremos en una misa solemne en la parroquia San Antonio de Padua. Como no puede ser de otro modo, le pediremos a María que nos sostenga en esta difícil hora histórica”.

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