Las 54 organizaciones eclesiales que conforman la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario (REDES) saben que este 12 de septiembre de 2024 no es una fecha cualquiera. Y es que, cinco años atrás, tal día como hoy, el papa Francisco llamaba al mundo entero a impulsar “un Pacto Educativo Global”.
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Entonces, como destaca la plataforma solidaria, el Pontífice reivindicó que la educación necesitaba “una renovación radical para dar respuesta a los retos de la humanidad”, construyendo “el futuro del planeta” desde “una nueva solidaridad universal y una sociedad más acogedora”, promoviendo “otros modos de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso”.
La aldea global
A lo largo de este lustro, Bergoglio ha dejado que “el Pacto Educativo Global no era un manifiesto al que adherirse, sino un camino que construir entre todos, desde la ‘aldea global de la educación’, en la que todas las culturas y sectores sociales intercambian sus propuestas en diálogo fraterno”.
En este tiempo, “muchas instituciones de la Iglesia se pusieron en marcha revisando su práctica educativa”. Entre ellas, en REDES, el Grupo de Educación, que ha implementado distintas respuestas en el proyecto Educación Transformadora para la Ciudadanía Global.
Cuestionario de autodiagnóstico
Junto a Enlázate por la Justicia, “pusimos en marcha el cuestionario de autodiagnóstico para centros educativos en referencia al Pacto Educativo Global”. Así, en 2022, pudieron presentar “los primeros resultados con respuestas de 18 países”, destacando “las buenas prácticas detectadas”.
El siguiente paso se dio de la mano de Escuelas Católicas y se concretó “en el programa Transformar desde la Educación, con el que más de 30 docentes se han formado para generar situaciones de aprendizaje vinculadas a las líneas fundamentales del Pacto Educativo Global”. Por último, en febrero, “lideramos uno de los equipos organizadores del Congreso ‘La Iglesia en la Educación”’.
Sinodalidad y cultura del cuidado
Fruto de este enriquecedor camino, desde REDES recalcan que “seguimos ‘tejiendo pacto’”. Lo que encarnan en “dos acentos: la sinodalidad y la cultura del cuidado”. Principios que se vertebran en torno a tres ejes: “Yo mismo-espiritualidad; el otro-fraternidad; la Casa común-ecología integral”.
En estos cinco años, “el contexto global se ha agravado con más guerras abiertas, mayor polarización social, tentaciones de cierre ante las personas migrantes y mayores amenazas por el cambio climático. La llamada a replantear nuestros modelos educativos a partir de la cultura del encuentro y el cuidado de la Casa común es más necesaria aún”.
Por ello, “REDES renueva su empeño para generar espacios de diálogo con congregaciones e instituciones educativas para impulsar en propuestas concretas el Pacto Educativo Global”. Y es que no hay que perder de vista que el camino apenas “está empezando”
