Asia

El papa Francisco culmina en Singapur su viaje más largo: “Hay un solo Dios y varios caminos para llegar a Él”

Tras la visita a una residencia y un encuentro interreligioso con jóvenes, el pontífice pone rumbo a Roma donde llegará esta tarde





En torno a las doce y veinte del mediodía, hora local, el avión de Singapore Airlines despegaba desde el aeropuerto internacional Changi rumbo a Roma. Doce horas de vuelo para culminar los doce días que han conformado el viaje más largo del pontificado del papa Francisco. Un periplo por Asia y Oceanía que ha incluido escala en Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur que ha superado a los 87 años sin incidente alguno y sí con una renovada energía. Así lo puso de manifiesto también en su recta final, tanto en la Casa Teresa, una residencia para ancianos y enfermos, como en un encuentro interreligioso posterior con jóvenes en el Catholic Junior College.



“Recen por la Iglesia y por la humanidad”, encomendó a los mayores, poniendo en valor que “vuestra plegaria es muy importante para Dios”. “Dios está contento de sentir vuestra oración, gracias por vuestra paciencia”, expresó ante el grupo congregado en la residencia.

Dios es para todos

Con los jóvenes, al igual que sucediera en el resto de viaje, estableció un diálogo espontáneo. Teniendo en cuenta el contexto interreligioso que tenía el encuentro, y quizá como balance del mosaico intercultural que ha supuesto este viaje apostólico, Francisco compartió esta reflexión: “Hay un solo Dios y existen varios caminos y lenguas para llegar a Dios. Todas las religiones son un camino para llegar a Dios, y como Dios es Dios para todos, todos somos hijos de Dios”.

El papa Francisco, en la residencia de ancianos que visitó en Singapur

Además, invitó a las nuevas generaciones de Singapur a ser “críticos” desde “una crítica constructiva, porque existe una crítica destructiva que no construye un camino nuevo”. De la misma manera, también les planteó que han de ser capaces de “aceptar las críticas”.

Más riesgo

“Ustedes, jóvenes, deben tener el coraje de construir, de avanzar y de salir de las zonas de ‘confort’. ¡Un joven que elige hacer siempre su vida de forma ‘cómoda’ es un joven que engorda! Pero no engorda su barriga, ¡engorda su mente!”, meditó en voz alta en otro momento. A este consejo, le añadió un: “¡Arriésguense, salgan! ¡No tengan miedo!”.

El pontífice se adentró incluso en el complejo mundo del uso de las pantallas, apuntando los dos polos en los que se puede encontrar un joven. Para el pontífice, que no usa las redes sociales “está encerrado”, pero aquel que “vive esclavo de estas, está perdido”. “Usar las redes sociales para ayudaros a ir adelante, pero no para que nos hagan esclavos”, concluyó.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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