Es la primera vez que el papa Francisco se refiere al tema de Venezuela tras el robo de las elecciones que hizo Nicolás Maduro el pasado 28 de julio y el exilio en España del presidente electo, Edmundo González.
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De hecho, confiesa que “no he seguido la situación de Venezuela”, pero “el mensaje que doy a los gobernantes [sin referirse a Maduro] es el de dialogar y hacer la paz”, dijo en rueda de prensa al regreso de su gira por Asia y Oceanía.
Además añadió que “las dictaduras no sirven de nada y acaban mal, tarde o temprano” en una clara alegoría a la forma como el régimen chavista respondió a manifestantes que salieron el 29 de julio a mostrar sus descontento frente a lo que calificaron de fraude monumental.
Reiteró que no puede dar “una opinión política porque no conozco los detalles, pero sé que los obispos han hablado y su mensaje es bueno” en referencia a los tres últimos comunicados que desde el Episcopado han suscrito.
¿Qué han dicho los obispos venezolanos?
Desde el 29 y hasta el 4 de septiembre, los prelados venezolanos han suscrito tres mensajes, cada uno con mayor intensidad y dureza según aumentaba la represión de los órganos de seguridad chavista.
En su último mensaje, rechazaron la orden de captura contra Edmundo González y en los términos más enérgicos clamaron que “cese la represión” contra testigos de la Plataforma Unitaria que recogieron las actas electorales emitidas por las máquinas de votación.
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Incluso el gobierno de Maduro no ha mostrado estas actas, por eso los obispos insistieron que “muestre los resultados”, porque “desconocer la soberanía popular manifestada a través del voto es moralmente inaceptable, ya que se aparta gravemente de la verdad y de la justicia”.
Denunciaron que las acciones de los poderes públicos: Consejo electoral, Tribunal supremo, Asamblea y fiscalía violan “de forma clara los principios de pluralidad política e independencia garantizados por la Constitución y las leyes de la República”.
Para el Episcopado venezolano “estos hechos han generado un clima de inquietud y zozobra en amplios sectores de la población” y atentan contra “la sana convivencia ciudadana” y “obstaculizan gravemente la superación, con el concurso de todos, de los grandes problemas y necesidades que nos afectan como nación”.
Foto: EFE
