Francisco ha elogiado el modelo italiano de reutilización de los bienes confiscados: “Es un buen ejemplo de cómo las ganancias criminales pueden ser orientadas a la reparación del daño ocasionado a las víctimas y a la sociedad”
En un mensaje dirigido a los participantes de la conferencia organizada por la asociación antimafia ‘Libera‘, que se celebra del 19 al 20 de septiembre de 2024, el papa Francisco ha subrayado la importancia de convertir los bienes confiscados a las mafias en una oportunidad para fortalecer la justicia social y reparar el daño causado por el crimen organizado.
Francisco describió la delincuencia organizada como “una de las amenazas más importantes contra la seguridad de cada nación y la estabilidad económica internacional”, afirmando que su impacto va más allá de los delitos económicos, al atacar directamente el bien común y la dignidad de millones de personas. “El crimen organizado acomete contra el bien común; ataca a millones de hombres y mujeres que tienen derecho a vivir su vida y criar a sus hijos con dignidad”, señaló el Pontífice.
El Papa elogió el modelo italiano de reutilización de los bienes confiscados, destacando cómo estos recursos pueden ser canalizados para reparar los daños causados y beneficiar a la sociedad. “Es un buen ejemplo de cómo las ganancias criminales pueden ser orientadas a la reparación del daño ocasionado a las víctimas y a la sociedad”, expresó, poniendo énfasis en que este enfoque contribuye no solo a la justicia, sino también a la pacificación.
En su mensaje, Francisco hizo un llamado a la cooperación internacional para enfrentar el crimen organizado de manera conjunta y efectiva. “En un escenario en el que la delincuencia no conoce fronteras estatales ni soberanías nacionales, existe un consenso internacional de que los Estados deben colaborar para identificar y recuperar los activos de estas organizaciones”, explicó, insistiendo en que la acción no debe quedarse en la recuperación de bienes, sino que debe enfocarse en “la reconstrucción del bien común”.
Finalmente, el Papa animó a los participantes a reflexionar, compartir experiencias y actuar en favor de las víctimas y la comunidad. “Los invito a centrar las conversaciones de estos días en la urgencia que supone recuperar el bien de todas las personas, hombres y mujeres, el bien de cada uno, donde todos cuentan y nadie es descartado”, concluyó.