El papa Francisco suele condenar las modernas formas de “colonización ideológica” pero esta vez ha ido más atrás en la historia y ha reprochado la esclavitud practicada por los colonos españoles fue una “violación masiva de los derechos humanos”. Lo ha hecho en una carta remitida a la Conferencia de Ministros de Justicia de los países iberoamericanos y de los de lengua portuguesa, inaugurada en Tenerife por el rey Felipe VI.
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Construir sobre el pasado
En este sentido, Francisco, además ha reivindicado la figura de la reina Isabel la Católica como defensora de los “derechos humanos” de los amerindios, según recoge Europa Press. Este mensaje se ha presentado con motivo de la presentación en Tenerife del libro ‘Pasado, Presente y Futuro de la Justicia Transicional: La experiencia latinoamericana en la construcción de la paz mundial’. Para el Papa la reina castellana plantó las “semillas” de las declaraciones actuales de derechos humanos con sus primeras leyes en defensa de los nativos.
El pontífice destaca que la reina actuaba guiada por su fe y “sabía que tenía que dar cuenta de sus actos a Dios”. Isabel ha actuado, subraya, “como autoridad política” y como “conciencia moral que se levanta en defensa de la dignidad humana” y es capaz de “soluciones valientes, innovadoras y firmes” prohibiendo “la esclavitud y reivindicando los derechos fundamentales de los perjudicados de forma proactiva e integral”, algo que fue “un paso de gigante”.
Bergoglio se refiere los abusos cometidos en las primeras expediciones de Cristóbal Colón a las Indias occidentales y añade que “la historia no da marcha atrás” y que, por tanto, hay que “construir sobre estas situaciones”. Por ello Francisco quiere “extraer lecciones del pasado” para encontrar “respuestas coherentes y significativas a los desafíos actuales”. “Un tratado, una firma, una ley, pueden ser papel mojado; si no se ponen los medios para que, con seriedad, sentido común y paciencia, no sólo la letra, sino también el espíritu que la anima, llegue a aquellos a quienes va dirigida”, concluye la carta.
El papa Francisco, en la Universidad Nacional de Singapur
