Poco a poco, a medida que avanzan los meses, desde la invasión rusa de Ucrania, las tropas de Moscú han ido conquistando algunos territorios. Una toma que lleva consigo consecuencias para los católicos y más desde las medidas parlamentarias contra el Patriarcado de Moscú y su presencia en Ucrania. Así, el obispo auxiliar del exarcado greco-católico de Donetsk, el salesiano Maksym Ryabukha, ha denunciado que “el gobierno ruso, que ocupó los territorios, incluso hizo un documento que prohíbe no sólo la presencia de la Iglesia católica, sino también de todos los órganos que pertenecen a la Iglesia católica”.
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Pérdida de parroquias
Esta prohibición, precisa el prelado, llega “incluso Cáritas y otros que trabajan en el servicio social”, según denunció en el informativo de Tv2000, el canal de televisión de la Conferencia Episcopal Italiana. Además, lamenta que “en esta guerra hemos perdido casi la mitad de las parroquias del exarcado de Donetsk” mientras el ejército ruso sigue avanzando en el Donbass. Decenas de parroquias han cerrado porque los rusos están a las puertas.
“La situación es cada vez más preocupante. La línea del frente se adentra cada vez más en el interior de nuestro país”, señala en las declaraciones recogidas por la agencia Sir. En concreto, cuenta que “en Pokrovsk, Mirnohrad y Kostantinivka las parroquias han sido evacuadas y no queda nadie. Nuestros sacerdotes intentan estar cerca de la gente. Visitan a los refugiados que han abandonado sus hogares, para mantener un sentimiento de unidad, pero también de familia cristiana”, confirma además a Vida Nueva.