Francisco ha advertido del impacto de la Inteligencia Artificial a la Plenaria de la Pontificia Academia de las Ciencias
Esta mañana, el papa Francisco debería haber recibido en audiencia a los participantes en la Asamblea Plenaria de la Pontificia Academia de las Ciencias. Sin embargo, una gripe se lo ha impedido, aunque sí les ha hecho llegar el mensaje que tenía preparado para este día.
“Todos nosotros estamos cada vez más preocupados por el fuerte impacto de la humanidad sobre la naturaleza y los ecosistemas”, ha reconocido el Papa, agradeciendo a la Academia que “siga centrándose en cuestiones como éstas, prestando especial atención a sus implicaciones para los pobres y marginados”.
“Las ciencias”, subraya en su mensaje, “en su lucha por el conocimiento y la comprensión del mundo físico, nunca deben perder de vista la importancia de utilizar ese conocimiento para servir y promover la dignidad de las personas y de la humanidad en su conjunto”.
“Mientras el mundo se enfrenta a graves retos sociales, políticos y medioambientales, vemos claramente la urgencia de un contexto más amplio en el que el discurso público inclusivo esté informado no sólo por las diversas disciplinas científicas, sino también por la participación de todos los componentes de la sociedad”, ha aseverado Francisco.
Este año, su Asamblea Plenaria también considera los nuevos conocimientos e innovaciones emergentes, así como las correspondientes oportunidades para la ciencia y la salud del planeta. “Pienso en particular en los retos que plantean los avances de la Inteligencia Artificial”, ha reconocido.
Este desarrollo, para Francisco, “puede ser beneficioso para la humanidad, por ejemplo promoviendo innovaciones en los campos de la medicina y la asistencia sanitaria, así como ayudando a proteger el medio ambiente natural y permitiendo el uso sostenible de los recursos a la luz del cambio climático. Sin embargo, como vemos, también puede tener graves implicaciones negativas para la población, especialmente para los niños y los adultos vulnerables”.
Pero, además, ha llamado a “reconocer y prevenir los riesgos de los usos manipuladores de la Inteligencia Artificial para moldear la opinión pública, influir en las decisiones de los consumidores e interferir en los procesos electorales”.
“Estos retos nos recuerdan las dimensiones inmutablemente humanas y éticas de todo progreso científico y tecnológico”, ha apuntado el Papa. En este sentido, ha aseverado que “el impacto de las formas de Inteligencia Artificial sobre cada pueblo y sobre la comunidad internacional requiere más atención y estudio”.