España

Fenómeno Hakuna: 17.000 fans de rodillas por segunda vez en el Wizink Center

La realidad eclesial iniciada por el sacerdote José Pedro Manglano llenó de nuevo el auditorio madrileño con jóvenes y familias





Aforo completo por segunda vez en ocho meses en el Wizink Center. Tras los ‘sold out’ de Vistalegre y la prueba de fuego de la pasada Noche de Reyes, este 21 de septiembre no hubo butaca libre ni hueco alguno en pista. Es el punto de partida con el que este sábado se subieron al escenario los componentes de Hakuna Group Music, el rostro visible de la realidad eclesial impulsada por el sacerdote José Pedro Manglano.



En torno a 17.000 personas, entre jóvenes, niños y familias abarrotaban uno de los principales espacios para macroconciertos de Madrid, un evento que contó con el respaldo de la Fundación San Pablo CEU. Entre los asistentes, el cardenal emérito de Madrid, Carlos Osoro, el obispo auxiliar, Jesús Vidal y la delegada de Juventud de la Archidiócesis, Laura Moreno. Los asistentes cantaron además el cumpleaños feliz al cardenal José Cobo, ausente por encontrarse fuera de Madrid.

Romper la barrera

Todos, coreando cada uno de los temas de Hakuna que han logrado romper la barrera entre la música católica y las listas de Spotify. Y con un despliegue de medios notable con respecto a otras convocatorias del grupo. No solo por la macropantalla, sino además por la presencia de fogonazos, serpentinas…

‘Grandes ideales’ abrió la veda para salpicar temas de referencia como ‘Huracán’ con nuevas letras como ‘Desde lo hondo’, ‘El arte de vivir’ o ‘Trueno’. Con la mirada puesta en la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Seúl en 2027, un joven coreano que pertenece a Hakuna interpretó un tema que sirve de prólogo para el encuentro asiático y de enlace con la JMJ de Río de Janeiro de 2013 que fue el germen de este movimiento.

Himnos y oración

La locura se desató entre los asistentes cuando desde el escenario entonaron ‘La misericordia ha entrado en esta casa’, ‘Baila y déjate de historias’ y ‘Sencillamente’. Y, por supuesto, en cuanto el público entregado adivinó los primeros acordes de ‘Huracán’, el que se ha convertido en uno de los himnos de referencia del grupo.

El alboroto se tornó en recogimiento cuando unos y otros entonaron a modo de oración la canción ‘Noche’. “Por las naciones paganas que tienen sed de ti sin saberlo, ten piedad, ten piedad”, se escuchaba en una platea que se puso de rodillas. Detrás del escenario, como en todos sus conciertos, uno de los camerinos se transforma en una capilla donde está en Santísimo expuesto durante todo el concierto con turnos de adoración.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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