En esta fase se conformarán comisiones de seguimiento, se diseñarán estrategias y se formarán ciudadanos con el objetivo de revertir la violencia y construir un futuro de paz
La Iglesia en México dio a conocer que ha comenzado la tercera etapa del ‘Diálogo Nacional por la Paz’, iniciativa convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Compañía de Jesús en México y la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México (CIRM), para construir la paz en México.
A través de conversatorios y foros de discusión que abonen a la construcción de la paz, la iniciativa de la Iglesia continuará convocando a los diferentes sectores del país.
El ‘Diálogo Nacional por la Paz’ tuvo, en su primera etapa, una duración de año y medio, en los que compilaron las voces y visiones de más de 20 mil personas y 1,600 instituciones en una serie de foros.
Como parte de esos primeros esfuerzos, la Iglesia elaboró la llamada ‘Agenda Nacional de Paz’, redactada y revisada por expertos en distintos campos estratégicos.
En la segunda etapa, la Iglesia implementó acciones a nivel local, estatal y nacional “para proyectar un futuro viable y compartido, promoviendo el diálogo, la coordinación y la acción decisiva, animando a cada participante y sector a tomar un papel activo en la edificación de la paz”, recordó la Iglesia.
Y en esta tercera etapa -explicó en un video mensaje- “nos enfrentamos a un desafío mayor: la implementación (conformar comisiones de seguimiento, diseñar estrategias y formar ciudadanos comprometidos con un único objetivo, revertir la violencia y construir un futuro de paz)”.
En ese sentido, la Iglesia dijo estar convencida de que el diálogo “es la llave que abre las puertas del entendimiento; superar el egoísmo y la falta de apertura nos permitirá integrar la diversidad en un solo tejido social; buscar la verdad en cada palabra nos llevará a construir puentes donde antes había barreras”.
En este etapa -abundó- todos somos responsables del bien común; la cercanía y la compasión redescubren su valor en un México que parecía fragmentado; “por eso volvemos a invitarlos a proponer proyectos locales de construcción de paz desde sus propias realidades y esperanzas; la paz exige trabajo continuo, relaciones basadas en la confianza y el respeto“.
En este sentido, hizo un llamado a renunciar a la violencia y abrazar el diálogo como el único medio para resolver conflictos. “Cada persona tiene derecho a vivir en paz y seguridad. El amor es la clave para una paz duradera que va más allá de los intereses individuales… el amor nos llama a construir la paz con cada acción y cada decisión”, sostuvo la Iglesia.
El ‘Diálogo Nacional por la Paz’ avanza “con la esperanza de que un día la paz no sea solo una meta sino una realidad cotidiana; la esperanza no defrauda; todos somos artífices de ese anhelo compartido”, concluyó la Iglesia.