Un sacerdote ha sido condenado a pagar 2.000 euros a unas vecinas por faltarles al respeto durante una junta de su comunidad de vecinos. Y es que, tal como informa Noticias de Navarra, fue durante el transcurso de una reunión de la comunidad a la que asistieron 30 vecinos y en la que se trató el tema de los recientes robos que se habían producido.
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Para mejorar la seguridad se propuso instalar cerraduras digitales en la puerta del portal, idea que pareció interesante pero que dos vecinas quisieron matizar, ya que ambas reclamaron que si se instalaran sólo deberían tener acceso a ellas los propios vecinos. Argumentaron esto asegurando que habían visto entrar a varias mujeres desconocidas a la vivienda del sacerdote, quien había denunciado robos en su casa cometidos por esas mujeres.
Derecho al honor
Ante esas palabras el cura reaccionó llamando a una de sus vecinas “difamadora, mentirosa, sinvergüenza y metiche”. Lejos de acabar con la discusión, esta fue a más hasta que el sacerdote abandonó la misma. Un rato después, coincidió con la otra vecina en el ascensor y la llamó “puta”.
Ante lo ocurrido, las dos vecinas insultadas decidieron demandar al sacerdote. Una denuncia que, si bien fue desestimada por el Juzgado de Primera Instancia Nº 6 de Salamanca, ha terminado con la Audiencia Provincial dándoles la razón al considerar que la reacción del sacerdote no estaba justificada y que se había producido una violación del artículo 18 de la Constitución Española, que garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y a la propia imagen.
Por ello, la Justicia ha determinado que el sacerdote deberá indemnizar con 1.000 euros a cada una de las dos mujeres. También deberá pagar las costas de proceso y la sentencia deberá ser leída en la próxima reunión de la comunidad de vecinos.