El Papa ha enviado un mensaje a los participantes en el Encuentro Internacional de Oración por la Paz, organizado por la Comunidad de Sant’Egidio
En un mensaje enviado a los participantes del Encuentro Internacional de Oración por la Paz, organizado por la Comunidad de Sant’Egidio en París, el papa Francisco hizo un ferviente llamamiento a la paz y advirtió sobre el peligro de la expansión de los conflictos en todo el mundo.
“El Espíritu de Asís es una bendición para el mundo, para este mundo nuestro que todavía hoy está desgarrado por demasiadas guerras, por demasiada violencia”, afirmó el Santo Padre. En su mensaje, destaca la importancia de mantener vivo este “espíritu” para que “sople aún más fuerte en las velas del diálogo y de la amistad entre los pueblos”.
El encuentro de este año se lleva a cabo en un lugar significativo: ante la catedral de Notre-Dame, que está a punto de reabrir sus puertas después del devastador incendio de 2019. “Esta tarde estáis reunidos ante la catedral que, tras el dramático incendio, está a punto de reabrir sus puertas para la oración. Necesitamos orar por la paz”, subraya Francisco.
El Papa expresó, además, su profunda preocupación por la situación actual de los conflictos globales y el riesgo creciente de que se extiendan aún más. “El riesgo de que los numerosos conflictos, en lugar de cesar, se expandan peligrosamente es más que real”, advierte, dirigiendo un llamamiento urgente a los responsables políticos y alzando la voz en nombre de las víctimas de la guerra.
En su mensaje, Francisco también insta a los creyentes a “redescubrir su vocación de hacer crecer la fraternidad entre los pueblos de hoy”, recordando que las religiones, en el pasado, han sido usadas para alimentar guerras y divisiones. “En demasiadas ocasiones en el pasado, las religiones se han utilizado para alimentar conflictos y guerras. Un peligro que todavía hoy se cierne sobre nosotros”, enfatiza.
El papa Francisco advierte, además, sobre el peligro de que las religiones se conviertan en instrumentos para fomentar “el nacionalismo, el etnicismo y el populismo”, lo que, según él, solo empeora las guerras. “¡Ay de aquellos que intentan arrastrar a Dios a participar en las guerras!”, señala en el texto, subrayando que la tarea urgente de las religiones es promover la paz. “La tarea urgente de las religiones es fomentar visiones de paz, como lo estáis demostrando estos días en París”, concluye.