El Vaticano tendrá que poner solución al conflicto abierto entre la Diócesis de Barbastro-Monzón y el Opus Dei en lo que a la regulación del santuario de Torreciudad se refiere. Así lo afirma el obispado aragonés en un comunicado en el que anuncia que “eleva a la Santa Sede” esta cuestión para que tenga la última palabra para redefinir el estatus del enclave epicentro de peregrinaciones vinculadas a la realidad eclesial fundada por san Josemaría Escrivá de Balaguer.
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Según relata el equipo de la diócesis que pastorea Ángel Pérez Pueyo, no ha sido posible encontrar una vía de solución desde el diálogo ante las “diferencias de criterios con la Prelatura del Opus Dei acerca de la regularización jurídica, canónica y pastoral de Torreciudad”. A sus espaldas quedan, tal y como se expone en la nota, una veintena de reuniones mantenidas a lo largo de los cuatro últimos años.
Enclave diocesano
Así, esta solicitud de intervención de Roma se trasladó la semana pasada a la Secretaría de Estado y al Dicasterio para el Clero, con toda la documentación correspondiente, haciendo hincapié en “la relación contractual sobre este enclave diocesano desde 1962”. Lo cierto es que el contrato de 1962, la Diócesis cedía por tiempo indefinido al Opus Dei una ermita, una imagen del Virgen, una hospedería y unos terrenos anejos. A cambio, se entrega a la diócesis una cantidad anual que hoy por hoy asciende a unos 19 euros.
“El Obispado de Barbastro-Monzón tiene plena confianza en alcanzar la resolución de este asunto”, se lee en el comunicado, a la vez que sigue viendo “una oportunidad para regularizar el estatus de Torreciudad y erigirlo, canónicamente, como santuario”. Además, se deja caer que la polémica arrancó tras “la petición de novación contractual por parte de la Prelatura en 2020”.
En cualquier caso, la intervención de la Santa Sede llega cuando parecía que en los últimos meses se acercaban posturas entre ambas partes. El diálogo entre la Prelatura y la Diócesis se retomó después de que en diciembre los representantes del Opus Dei desestimaran participan en un acto de conciliación que permitiera renegociar ante un juez el estatus de Torreciudad. Fue en julio de 2024 cuando se abrió esta crisis entre el Obispado y la Prelatura, cuando el obispo Pérez Pueyo nombró al sacerdote diocesano José Mairal, de 87 años, para estar al frente de Torreciudad, ante las discrepancias generadas por la gestión del lugar.
