La Iglesia incluye finalmente a una víctima de abusos en la comisión que decidirá las indemnizaciones personalizadas

Juan Carlos González, fundador de Eshmá. JESÚS G. FERIA

La Comisión Asesora del Plan de Reparación Integral a Víctimas de Abusos (PRIVA) es una realidad. Y se pone en marcha atendiendo una de las principales reivindicaciones de quienes han sufrido agresiones sexuales en el seno de la Iglesia: tener voz y voto en este organismo que determinará las indemnizaciones que recibirán las personas cuyo caso había prescrito o su abusador había fallecido. Y es que, la Conferencia Episcopal Española y la Conferencia Española de Religiosos han incluido al responsable de una de las asociaciones de referencia en el acompañamiento a víctimas. Se trata de Juan Carlos González Martín, fundador de Eshmá, una plataforma que ofrece un servicio independiente de atención a víctimas de abuso sexual, de poder y de conciencia.



Con la discreción como base y sin buscar erigirse nunca como única voz que representa a las víctimas, como demuestra la escasa presencia mediática de González Martín y su equipo, cuentan con un bagaje más que significativo en sus programas de sanación y reparación de quienes acuden para recibir su apoyo. No solo ofrecen un canal de denuncia, sino que cuenta con recursos para una atención y orientación permanente, tanto desde el punto de vista jurídico como terapéutico. Tal es la reputación que han logrado en estos años de andadura que, además de ponerse al servicio de las víctimas, se han especializado en formación y consultaría en procesos de cambio institucional. O lo que es lo mismo, asesoran a congregaciones religiosas y diócesis en materia de prevención para cambiar su cultura y estructuras para borrar cualquier engranaje que pudiera propiciar un abuso.

Herida y sanación

González Martín fue víctima de un salesiano en Deusto cuando apenas tenía diez años. Por un lado, ha sido y es altavoz del “blanqueo” que considera que ha intentado hacer con las víctimas. Por otro lado, el mismo reconoce el camino de sanación que ha vivido de la mano de los salesianos: . “Me encontré lo que esperaba: una congregación que lloró conmigo y que supo ser madre. ¡Me creyeron!”. Hoy es diplomado en Educación y Trabajo Social, graduado en Ciencias Jurídicas (Derecho), licenciado en Filosofía y licenciado en Ciencias Religiosas. González Martín lidera un equipo de profesionales entre los que se encuentran abogados y pedagogos.

Juan Carlos González, fundador de Eshmá. JESÚS G. FERIA

Juan Carlos González, fundador de Eshmá. FOTO: Jesús G. Feria

Ayer mismo, Juan Carlos ofreció su testimonio personal en la presentación del libro ‘Te llamarán ‘mi favorita’’ (PPC), del sacerdote de la Fraternidad Verbum Dei’, Luis Alfonso Zamorano. Ante el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, relató cómo “he tenido la oportunidad de hacer que mi herida se convierta en una cicatriz que me duele, pero no me impide caminar, resignificarla”. En esta misma línea, compartió que “hoy puedo mirar al espejo y decirme que me perdono, siendo voz serena, firme y compasiva de ese niño que no se puede defender, a la vez que reivindicar justicia”.

Cambios en el listado

Según ha podido confirmar ‘Vida Nueva’, el listado de la comisión de la que forma parte el responsable de Eshmá se ha ido modificando a lo largo del verano, después de un primer borrador que no contaría con la pluralidad que se esperaría de una plataforma que busca ofrecer una mirada poliédrica sobre un fenómeno tan complejo. Finalmente, y tras varios ajustes, son once miembros quienes componen este equipo de trabajo que incluye, tanto especialistas en derecho como psiquiatras y psicólogos especialistas en este campo.

Juan Carlos González, fundador de Eshmá. JESÚS G. FERIA

Juan Carlos González, fundador de Eshmá. FOTO: Jesús G. Feria

Fuentes eclesiales insisten de la misma manera a esta revista en que, más allá de la cuantía económica dictaminada por las indemnizaciones, el Plan de Reparación Integral a Víctimas de Abusos busca ofrecer todas las herramientas que la Iglesia tenga a su alcance, como el acompañamiento psicológico y espiritual, para acompañar todo proceso de sanación.

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