El papa Francisco no se cansa de ser icónico. A primera hora de la tarde se ha escapado, con el permiso de su equipo de seguridad, a tomarse un café en frente de la sede del arzobispado de Luxemburgo, donde descansaba después de comer antes de continuar su agenda en el país.
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El camarero ha sido el gran sorprendido ante un cliente tan especial, acompañado por el comandante de la Gendarmería Vaticana, Gianluca Gauzzi Broccoletti, y otro gendarme que cuidan al Pontífice, como informa EFE.
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Bendición a una mujer embarazada
Según ha informado el Vaticano, después de comer, Jorge Mario Bergoglio y alguno de sus colaboradores fueron a una cafetería cercana a tomarse un café, cómo se observa en la imagen que acompaña esta noticia y que han proporcionado a los medios.
En el recorrido, el Papa ha bendecido a una mujer embarazada que se encontró por el camino y luego regresó a la sede del arzobispado, desde donde se trasladó minutos más tarde a la catedral de Notre Dame para reunirse con el clero local.