Europa

Francisco frena en seco la polémica de la mujer en Bélgica: “Si les parezco conservador, yo soy Carlos Gardel”





Algunas expresiones del  papa Francisco durante su viaje a Luxemburgo y Bélgica no han gustado en algunos sectores de la sociedad y el pontífice ha respondido a la polémica de la que se han hecho eco los periodistas presentes en el vuelo de regreso a Roma. Por ello, la cuestión de la mujer y los abusos han estado en el centro de una conversación que ha durado unos 20 minutos.



La Iglesia es mujer

A los críticos con sus palabras ante la tumba del rey Balduino por su valoración sobre el aborto, el Papa defendió la vida y la “valentía del rey que delante de una ley de muerte, él no ha firmado y ha dimitido. Hace falta coraje para eso, hace falta un político con pantalones para eso, hace falta valor”. El pontífice ha alabado este mensaje que ofrece. Además, recalcó que “las mujeres tienen derecho a la vida, a su vida y a la vida de los hijos” y que “un aborto es un homicidio” ya que “la ciencia dice que al mes de la concepción ya están todos los órganos”, por ello “se mata a un ser humano y los médicos que se prestan a esto, permitidme la palabra, son sicarios. Y esto no se puede discutir esto”, insistió sin querer entrar otras cuestiones como los métodos anticonceptivos. “Las mujeres tienen el derecho de proteger la vida”, recalcó.

Sobre el comunicado de la Universidad Católica francesa de Lovaina ha lo ha considerado “precocinado” ya que salió durante su intervención. “Sobre las mujeres siempre hablo de la verdad de la mujer”, ha reiterado el Papa quien destaca siempre que “La iglesia es mujer, es la esposa de Jesús. Masculinizar la iglesia, masculinizar a las mujeres, no es humano, no es cristiano. Lo femenino tiene su propia fuerza. La mujer es más importante que el hombre porque la Iglesia es mujer, es la esposa de Jesús”, insitió Francisco. Para el Papa: “Si esto aquellas señoras les parece conservador, yo soy Carlos Gardel… No se entiende. Veo que hay una mente obtusa que no quiere escuchar hablar de esto”, denunció en plan argentino.

“La mujer es igual que el hombre, igual. Es más, en la vida de la Iglesia la mujer es superior porque la Iglesia es mujer. Sobre el ministerio, es más grande la misticidad de la mujer que el ministerio”, destacó tirando del principio mariano de Hans Urs von Balthasar para quien “la maternidad de la Iglesia es una maternidad de mujer” y el “ministerio es un ministerio mucho menor dado para acompañar a los fieles”. “El feminismo exagerado que quiere decir que la mujer sea machista no funciona” frente “a la Iglesia mujer que es más grande que el ministerio sacerdotal”.

Castigo de los abusadores

Sobre los abusos, el Papa ha defendido la labor de la Iglesia contra los abusos en los últimos tiempos para la que se han creado determinados organismos. También, destacó que en la Iglesia “Tenemos la responsabilidad de los abusados y de cuidarlos” ya que “algunos necesitan tratamiento psicológico, también se habla de una indemnización que reconoce el derecho civil”, algo que criticó por exiguo en la ley belga. Tras escuchar a las víctimas, reiteró que “nos tenemos que ocupar de las personas abusadas y castigar a los abusadores”. Ante la tendencia y las implicaciones psiquiátricas, insistió que “no se puede dejar a un abusador libre en la vida normal con responsabilidad en las parroquias y escuelas”. “Les he dicho a los obispos belgas que no tengan miedo y que sigan adelante. La vergüenza es ocultar, esa sí es la vergüenza”, condenó.

La guerra es inmoral

En otro orden de cosas, señaló que fue una “chiquillada” escaparse a una cafetería en Luxemburgo –bromeó con ir a una pizzería la próxima vez– y destacó descubrir en qué medida este era un país de “acogida”, algo que puede ser “el mensaje que puede dar a Europa”. Ante la situación en Tierra Santa, confesó que llama a diario a la parroquia de Gaza y conoce la situación. Reiteró que “la defensa siempre tiene que ser proporcionada al ataque” ya que “cuando hay algo desproporcionado se hace ver una tendencia dominante que va más allá de la moralidad”. “Un país que con la fuerza hace esto, cualquier país, que hace estas cosas de una forma así superlativa son acciones inmorales. En la guerra también hay una moralidad, la guerra es inmoral, pero las reglas de la guerra indican alguna moralidad. Pero cuando esto no se hace se ve la mala sangre”, condenó. También se refirió a la situación de Canarias.

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