México

La bendición y el pliego petitorio de los obispos mexicanos a la presidenta Claudia Sheinbaum

En la víspera de la toma de posesión, la Iglesia le envió su bendición, pero también le hizo ver los retos que tiene por delante





En vísperas de la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, los obispos mexicanos le expresaron sus mejores deseos, así como a todo su equipo de gobierno, al tiempo que le dejaron en claro los retos que deberá enfrentar.



Tras expresar sus sentimientos de esperanza por el comienzo de una nueva etapa de gobierno, el episcopado mexicano consideró que al llegar por primera vez a la Presidencia de la República una mujer, la doctora Sheinbaum “sabrá tener una gran sensibilidad y respeto, impulsando todo aquello que redunde para el bien y el desarrollo social de todos”.

La realidad -apuntaron los pastores- exige políticas públicas que garanticen la seguridad ciudadana, superen la pobreza y la desigualdad, y promuevan la unidad nacional y la concordia entre todos. “Nunca más el dominio del crimen organizado ni de la delincuencia en general”, aseveraron los obispos.

Salvaguardar la democracia

Ante el triunfo rotundo del partido oficialista en las elecciones de 2024, que le garantiza a la nueva presidenta de México todo el respaldo del Poder Legislativo, la Iglesia católica también expresó su preocupación por el riesgo en el sano equilibro de poderes.

Firma del compromiso por la paz con la doctora Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México

Al respecto, los obispos confiaron que el gobierno y los ciudadanos respeten las leyes, teniendo como marco de referencia la Constitución, “que no puede ser violentada por sectores sociales o políticos que pasen por encima del conjunto de la Nación”.

“Estamos convencidos, con millones de mexicanos, que México está llamado a volver a vivir en un verdadero Estado de Derecho democrático, constituido por una Federación de Estados autónomos, con equilibrio de poderes, que nos hace ser una República confiable para todos. Sin confianza no hay desarrollo, ni futuro estable”, advirtieron.

Insistieron en la importancia de fortalecer las instituciones que garantizan el ejercicio pleno de estos derechos y fomenten una cultura de respeto y participación ciudadana.

Urgieron a superar “la polarización, buscando la reconciliación hasta llegar a los acuerdos necesarios junto a todas las fuerzas políticas (sin aniquilar a las minorías), para construir, desde el dialogo y el consenso, el proyecto del bien común para que la sociedad mexicana viva en paz”.

“¡Dios la bendiga!”

El comunicado, firmado por el Consejo Permanente de la CEM -encabezado por su presidente el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera-, concluyó con un “Dios la bendiga a usted, doctora Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, y a todos los mexicanos”, así como con el compromiso de la Iglesia a sumarse a esta dinámica para convivir con justicia y solidaridad para todos.

“Que Santa María de Guadalupe nos ayude a valorar toda la riqueza de nuestras raíces históricas comunes que nos hacen ser una sola nación”.

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