AJ Griffin explica que “el baloncesto era mi pasión, mi razón de vivir, pero, cuando encontré a Dios, me mostró que todos estamos hechos para glorificarle”
A sus 21 años, el jugador de baloncesto AJ Griffin estaba llamado a tener una meteórica carrera en la que para algunos es la mejor liga del mundo: la estadounidense NBA. Seleccionado en 2022 en el puesto 16 del draft, jugó dos temporadas en Atlanta Hawks y, de cara a la que va a empezar ahora, militaba en Houston Rockets.
Pero nada de eso va a pasar. Y es que, como él mismo ha anunciado en un vídeo en YouTube, renuncia a un contrato por el que este curso iba a percibir 3,6 millones de dólares y, simplemente, se retira. ¿La razón? La da en la primera frase de su mensaje: “He dejado el baloncesto para seguir a Jesús”.
Como detalla a continuación, “todo esto comenzó en 2020, cuando Cristo entró en mi vida. El baloncesto era mi pasión, mi razón de vivir, pero, cuando encontré a Dios, me mostró que todos estamos hechos para glorificarle, que todos tenemos una misión que nos ha confiado”.
En su caso, la llamada que brota en su interior, como la que en su día tuvo Wayne Robinson (histórico jugador del Real Madrid que actualmente es pastor evangélico) es “a dedicarme a la Iglesia a tiempo completo y a servir a Dios con todo mi corazón”.
Griffin concluye su mensaje siendo consciente de que a muchas personas les puede causar incomprensión o incluso tristeza una decisión así. Pero nada más lejos de la realidad: “Puede que a los ojos de mucha gente esto pueda ser una derrota, pero quiero que todos sepáis que estoy muy emocionado”.
No han faltado compañeros de profesión que hayan salido a apoyarle públicamente. Es el caso de Jonathan Isaac, jugador de los Orlando Magic, que ha valorado a los medios que Griffin “está tomando una decisión por sí mismo y por su familia, y lo respeto y lo honro: Dios lo está llamando a una cosa diferente, y me alegro de que lo honre y sea transparente con el mundo. Tiene todo mi respeto”.