En las últimas horas se ha difundido por redes sociales una carta no oficial en la que se puede leer que el Arzobispado de Madrid no permitiría administrar los sacramentos de iniciación cristiana (bautismo, confirmación y comunión) al movimiento Hakuna, la realidad eclesial fundada por José Pedro Manglano.
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Un itinerario de evangelización
En el texto se expone que “tanto los procesos como los sacramentos de la iniciación cristiana solo pueden proponerse y realizarse en las parroquias, y siguiendo las indicaciones del cardenal arzobispo José Cobo, es decir, según el itinerario diocesano de iniciación cristiana propio de cada diócesis”.
Tal y como ha podido confirmar ‘Vida Nueva’, este escrito se trata de un borrador que nunca ha contado con el respaldo de los órganos colegiados de la Archidiócesis madrileña y, de la misma manera, tampoco cuenta con el visto bueno del cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo.
Lo cierto es que Hakuna ha puesto en marcha el proyecto “Kerygma 2024-2025” que incluye un itinerario de evangelización y formación dirigida a jóvenes. Esta circunstancia ha hecho que la iniciativa del movimiento se abordara en la primera reunión del nuevo Consejo Mixto en la Archidiócesis de Madrid el pasado 1 de octubre. Tal y como ha podido confirmar esta revista, en el Consejo se acordó buscar una solución dialogada para encauzar esta propuesta. De hecho, ya se ha mantenido un primer encuentro entre José Pedro Manglano; el delegado Episcopal de Catequesis, Manuel María Bru, la delegada episcopal de Infancia, Laura Moreno; y el delegado episcopal de Pastoral, José Luis Segovia.
En esta reunión se habría ratificado el compromiso de la Archidiócesis y de Hakuna para “trabajar de la mano y en colaboración” y ofrecer cauces que “acerquen el Evangelio a los hombres y mujeres de hoy, valorando la riqueza de la diversidad de carismas, pero siempre en comunión, promoviendo la diocesaneidad y la parroquialidad”.
Desde Hakuna confirman a ‘Vida Nueva’ que no han recibido el borrador de la carta que circula por redes sociales. De la misma manera, esta realidad eclesial que se puso en marcha hace más de una década, con la JMJ de Brasil como punto de partida, sostiene que abordará todos sus proyectos pastorales “siempre con la diócesis y en la diócesis”.