El cardenal Müller, la gran ausencia del Sínodo

El ex prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe aún no ha acudido a las sesiones del Sínodo a pesar de haber sido convocado

El cardenal Gerhard Müller

¿Dónde está el cardenal Müller? Uno de los cardenales más críticos con el papa Francisco, Gerhard Ludwig Müller, ha destacado esta primera semana del Sínodo de la Sinodalidad por su ausencia en el mismo. Y es que, tal como ha hecho público el Nederlands Dagblad, el ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe está enfermo.



El diario ha explicado que Müller “aún no puede participar debido a una hernia discal”. Y, si bien se trata de “un diagnóstico preliminar”, espera “poder participar pronto en los debates sobre el futuro de la Iglesia católica”. “Estoy esperando la luz verde del médico”, dijo el cardenal.

Sinodo_Sinodalidad2_1

El papa Francisco en el Sínodo de la Sinodalidad

Una relación difícil

La relación del cardenal con el Sínodo no ha sido sencilla. Y es que, a pesar de haber sido convocado a participar en ambas asambleas del mismo, no ha dudado a la hora de criticar sus procedimientos. De hecho, a finales de octubre de 2023, Müller recordaba que “la Iglesia no es una democracia” en un artículo en First Things, en el que el purpurado recordaba que “las deliberaciones del Sínodo 2023 no versan sobre el contenido de la fe, sino sobre las estructuras de la vida de la iglesia y la actitud o mentalidad eclesial detrás de esas estructuras”.

“Como es bien sabido, la reflexión teórica sobre los principios del ser, del saber y del actuar es considerablemente más difícil que hablar de cosas concretas”, señalaba Müller. “Por lo tanto”, advierte, “existe el peligro de que una asamblea de casi 400 personas de diferentes orígenes, educación y competencias, involucradas en discusiones no estructuradas de ida y vuelta, produzca solo resultados vagos y borrosos”.

Y es que, para el cardenal, “la fe puede fácilmente ser instrumentalizada para agendas políticas, o confundida en una religión universal de la hermandad del hombre que ignora al Dios revelado en Jesucristo”. Por ello, subraya que si el Sínodo, que ahora continúa, “quiere mantener la fe católica como guía, no debe convertirse en una reunión de ideólogos poscristianos y su agenda anticatólica”.

Noticias relacionadas
Compartir