“La venganza es lo opuesto al perdón”. Así lo ha recordado el vicario de la Custodia de Tierra Santa, fr. Ibrahim Faltas, en una reflexión escrita para Vatican News sobre el conflicto en Oriente Medio y donde subraya que, si bien para los cristianos el no matar forma parte de los Diez Mandamientos, “para toda la humanidad no matar debería ser una ley moral”.
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“La muerte es lo opuesto a la vida. Matar es lo opuesto a vivir. Dar vida es lo opuesto a quitar la vida”, asevera el franciscano. “Duele incluso la muerte de un solo ser humano, duele terriblemente la muerte de seres humanos inocentes e indefensos”, lamenta, subrayando que “la falta de compasión humana es incomprensible, la indiferencia es inhumana”.
“Continúan las matanzas de civiles indefensos en Tierra Santa. La violencia y las cifras de muertes se extienden en el Líbano, en Palestina, en Siria, las muertes en Gaza son cifras que aumentan pero que ya no son noticia”, sostiene. “Miles de desplazados viven en tiendas de campaña y en penurias, miles de supervivientes sufren de hambre, de sed, han sufrido el calor, el frío que volvió después de un año”.
Fr. Ibrahim Faltas
Contra la indiferencia
“Se siembra muerte y destrucción, desaparecen vidas humanas, casas, caminos, lugares de apoyo al cuerpo y al espíritu, se destruye la maravilla de la naturaleza dada por Dios a la humanidad ingrata e irresponsable. La gente se mata y se destruye a sí misma por interés y poder”, continúa Faltas.
Asimismo, el franciscano ha recordado que la indiferencia también es una forma de matar: “La gente también mata con desinterés por las necesidades esenciales de los demás, mata con indiferencia y sin tomar medidas decisivas para detener la guerra, dada la posibilidad. No matar también significa no apoyar la guerra y trabajar para detenerla. Ya basta”.
