Una declaración de una carilla, con cuatro párrafos, emitió hoy el Comité Permanente del Episcopado chileno. En ella se refieren a las próximas elecciones de gobernadores y consejos regionales; y de alcaldes y concejos municipales, a realizarse el último fin de semana de este mes.
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Los obispos recuerdan que este acto ciudadano es obligatorio para todos quienes tienen derecho a voto y llaman a hacerlo “con responsabilidad, teniendo en cuenta que, del buen ejercicio de las responsabilidades de las autoridades elegidas, se siguen muchas consecuencias para todos los ciudadanos”.
La declaración invita a discernir con responsabilidad porque “Chile necesita autoridades conscientes de que los cargos de elección popular son para servir a todos, sin distinción”. Agregan que elegir “las personas adecuadas es una garantía de la justicia y probidad, para excluir comportamientos reñidos con la honestidad, que tanta preocupación han provocado últimamente en la inmensa mayoría del país”.
Convicciones éticas
Las graves denuncias que han conmovido al país en los últimos meses se hacen presente en la declaración. Los obispos señalan que “las convicciones éticas de los candidatos sobre temas de particular relevancia como los relativos a la justicia social, la dignidad de la persona humana, los derechos laborales, la misión de los padres en la educación de los hijos, la seguridad pública, la exclusión de la violencia, etc. juegan también un papel importante en nuestras decisiones; ya que muchos de los recursos públicos que se deben aplicar a esas políticas, se realizan a través de los gobiernos regionales y municipios”.
Por ello, concluyen afirmando que “un ejercicio democrático verdadero, requiere que quienes sean elegidos en las diversas instancias públicas, destaquen por sus virtudes y su ejemplo de honestidad como ciudadanos, capaces de guiar la sociedad y hacer prevalecer la justicia, y la amistad cívica, en particular en relación con las personas más carenciadas y olvidadas”.
Los obispos cierran su declaración llamando a “ejercer con libertad y responsabilidad las obligaciones cívicas, teniendo en cuenta el bien de Chile y ponemos este momento en las manos de la Virgen del Carmen, Reina y Madre de nuestra Patria”.