El director de cine manchego lamenta no tener el “el don de la fe” para aferrarse a él frente a la finitud
Si hay que pensar en un director de cine español especialmente crítico con la Iglesia católica, seguramente el nombre de Pedro Almodóvar surja casi espontáneamente. El autor de ‘La mala educación’, sin embargo, parece estar anhelando a sus 75 años una vuelta a la fe.
Así lo señalaba en el programa de TVE ‘Versión Española’, en un coloquio de su película ‘Dolor y gloria’. Ante la presentadora, Cayetana Guillén Cuervo, y la actriz Penélope Cruz, Almodóvar fue más allá del argumento de la cinta ganadora del Goya a la mejor película que repasa la historia de Salvador Mallo, un director de cine en su melancólico en su ocaso. Comentando la trama confiesa que “no acaba de aceptar del todo” la finitud humana ya que es “una influencia negativa” porque vive pensando que “cada día que pasa es un día menos, algo que no es un buen pensamiento”. “Es uno de los grandes temas eternos”, suspira ante el misterio, y constata que “si tienes algún credo te apoya muchísimo”.
Almodóvar añadió que la fe “es un regalo, uno no puede labrarse una fe, es un don que te dan o naces con él o lo adquieres, pero no porque tú te lo trabajes”. “A mí me encantaría tener fe”, prosigue, “ya que vivimos en un país masivamente católico me encantaría tener esa fe ya que a mí me encanta mucho la religión católica, la parte bonita”. Y en esa parte incluye que hay “un ministro que de Dios que te perdona los pecados y te da a comer y beber la sangre del propio Cristo es absolutamente milagroso”, comenta con total seriedad entre risas de las presentes. “Hay que creer en ello, pero yo ese don no lo tengo”, lamenta.