Durante el 126º Congreso Nacional de la Sociedad Italiana de Cirugía, celebrado en Roma bajo el lema ‘El futuro del cirujano – el cirujano del futuro’, el papa Francisco ha dedicado un mensaje especial a los cirujanos italianos, subrayando la importancia de una práctica médica profundamente humana y ética.
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Durante su audiencia con los cirujanos, el Papa destacó el papel de los profesionales de la salud en el cuidado integral de cada paciente, más allá de la intervención técnica, y los alentó a mantener siempre el valor central de la persona.
Refiriéndose al tema del congreso, el Papa resaltó el compromiso que requiere la proyección hacia el futuro en la medicina, donde “hablar de futuro, es hablar de esperanza, de proyecto, de compromiso”. A su vez, destacó la “importancia de una práctica médica que combine siempre competencia y ética”, subrayando que este enfoque no solo es clave para el éxito en cada intervención, sino que garantiza que el cuidado de la persona sea un servicio íntegro y humanizado.
El papa Francisco con los cirujanos italianos
“Artesanos de la salud”
Asimismo, Francisco también aprovechó la ocasión para advertir de los riesgos de una visión excesivamente técnica de la medicina. De esta manera, el Papa subrayó que “la medicina moderna tiende a veces a centrarse mucho en la dimensión física del hombre, en lugar de considerarlo en su totalidad y en su singularidad”.
Con este recordatorio, hizo hincapié en que “la ciencia es para el hombre, no el hombre para la ciencia”, recordando la importancia de una ciencia verdaderamente humana que sitúe al paciente en el centro de la intervención médica.
En un contexto en el que la tecnología avanza rápidamente, incluyendo el uso de la inteligencia artificial en cirugía, Francisco recordó que nada puede reemplazar la “mano” del cirujano en el arte de curar. “Cirugía significa ‘trabajo realizado con la mano’”, indicó, resaltando que el profesional de la salud actúa como un “artesano de la salud” cada vez que utiliza sus manos para curar. “Traten a los demás con el mismo cuidado con el que os gustaría ser tratados a vosotros”, exhortó el Papa a los presentes, instándolos a ser conscientes de la responsabilidad que implica trabajar con el cuerpo humano.
El Papa concluyó con una llamada a los cirujanos a actuar como “guardianes de la vida de quienes sufren”. Recordó que incluso en los casos en los que la curación no es posible, el trato digno y el cuidado deben permanecer. “Incluso cuando una persona no puede curarse, siempre puede ser tratada, de modo que nadie sea considerado o se sienta como un desperdicio”, ha dicho Francisco.
