La Arquidiócesis de Los Ángeles indemnizará con 600.000 euros a cada víctima de la pederastia

La Arquidiócesis de Los Ángeles ha anunciado que va a indemnizar a 1.353 víctimas de abusos sexuales contra menores en su seno con un total de 880 millones de dólares, que equivalen a 810 millones de euros. Un alcance ciertamente significativo, pues hablamos de 600.000 euros para cada afectado.

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Como explica en un comunicado la comunidad eclesial, esta cifra se ha alcanzo tras un “acuerdo global” que “culmina un proceso de mediación de un año” que, a su vez, comprende la información recogida después de “tres años de demandas civiles en California por abusos sexuales pasados que involucraron a menores”.

Sacerdotes, religiosos y laicos

Las 1.353 víctimas habrían sufrido abusos sexuales por parte de “sacerdotes, religiosos y laicos de la archidiócesis”, así como por representantes eclesiales provenientes de “otras diócesis” pero que “prestaban servicios” en la Iglesia local de la costa oeste.

Como detalla el comunicado, “la mayoría de las acusaciones contempladas en el acuerdo ocurrieron hace más de 50 años, incluidas algunas que datan de la década de 1940. Estas acusaciones habían prescrito anteriormente según la ley de prescripción de California, que exige que las denuncias de abuso sexual infantil se presenten antes del cumpleaños número 26 de la presunta víctima”.

Ventana de retrospección

Pero, en 2019, el gobernador de California, Gavin Newsom, promovió un cambio jurídico por el que, a través del Proyecto de Ley 218, abrió una “ventana de retrospección” de tres años, desde principios de 2020 hasta fines de 2022, que “permitió presentar reclamaciones antiguas”, pese a que teóricamente hubieran prescrito. También “extendió permanentemente la edad para denunciar agresiones sexuales infantiles de 26 a 40 años”.

Durante ese período, se presentaron unas “4.000 reclamaciones en todas las diócesis católicas de California”; de ellas, a la Arquidiócesis de Los Ángeles correspondían casi la mitad, “unas 1.900”.

Petición oficial de perdón

Con todo, el propio arzobispo angelino, José H. Gómez, ha publicado una misiva en la que asegura que “lamento profundamente cada uno de estos incidentes”. Además de esta petición oficial de perdón, el prelado, perteneciente al Opus Dei, ha reiterado que “mi esperanza es que este acuerdo sirva para sanar en cierta medida lo que han sufrido estos hombres y mujeres”.

Puesto que “nadie que haya sido encontrado culpable de haber dañado a un menor está sirviendo en el ministerio en este momento”, el pastor ha querido reiterar que “los nuevos casos de mala conducta sexual por parte de sacerdotes y clérigos que involucran a menores son raros en la arquidiócesis”.

No les llevará a la quiebra

Pese a lo elevado de la compensación económica, la Arquidiócesis de Los Ángeles, la más grande es Estados Unidos, no tendrá que declararse “en quiebra”, como, por ejemplo, sí han tenido que hacer “otras diócesis católicas, como las de Fresno, Oakland, Santa Rosa, Sacramento, San Diego o San Francisco”.

En este sentido, Gómez ha indicado que financiarán las indemnizaciones “mediante una combinación de reservas arquidiocesanas y otros activos, así como préstamos y pagos que se pueden esperar de otras partes nombradas en las demandas, como las órdenes religiosas”. Eso sí, en ningún caso se utilizarán “fondos provenientes de donaciones, colectas o campañas”.

Un precedente en 2003

Haciendo balance histórico, el comunicado recuerda que “esta es la segunda vez que la Arquidiócesis de Los Ángeles llega a un acuerdo global por denuncias de abusos. La primera vez que California levantó el plazo de prescripción, en 2003, se presentaron más de 500 demandas contra la arquidiócesis, lo que dio como resultado un acuerdo en 2007”.

Como enfatiza la experta en protección contra el abuso sexual Kathleen McChesney, que fue la primera directora de la Oficina de Protección Infantil de los Obispos de Estados Unidos, fundada en 2002, en estas dos décadas se puede percibir cómo “la Arquidiócesis de Los Ángeles ha ayudado a liderar el camino en los esfuerzos de protección infantil y responsabilidad entre las diócesis de Estados Unidos”.