Los consejos pastorales y económicos, obligatorios en todas las parroquias: una reforma en marcha

Todas las parroquias tendrán que tener de forma obligatoria consejos pastorales y económicos. Esta propuesta de incluir órganos colegiados en cada una de las comunidades católicas del planeta fue respaldada por la asamblea del Sínodo de la Sinodalidad el año pasado, ya está en marcha y, por tanto, contaría con el visto bueno del papa Francisco.

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De hecho, ya se trabaja en la reforma canónica correspondiente, tal y como expuso ayer José San José Prisco, decano de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia de Salamanca y experto para el Sínodo sobre la Sinodalidad. Durante el ‘briefing’ diario con los medios de comunicación, explicó que se está avanzando en este “mandato” recibido para crear “estructuras de cooperación entre los pastores, laicos y religiosos”, si bien matizó que no está previsto que se esté listo coincidiendo con la clausura de esta segunda vuelta sinodal. Además, añadió que también se está trabajando para dar forma a mecanismos de transparencia y ‘accountability’ en el ámbito parroquial y diocesano.

Primeras propuestas

“La comisión canonística ha presentado ya unas primeras propuestas, pero el trabajo de esta comisión como la de las otras que ha creado el Santo Padre, no tiene previstos terminar hasta verano que viene”, comentó el sacerdote que pertenece a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos.

“No está claro ahora la especificación de cómo se va a poner en práctica o cómo se va a impulsar realmente para que el cambio sea efectivo, habrá que esperar un poquito”, compartió justo después. Entre otras cosas, porque requiere un “cambio profundo” y tiene que contar con el visto bueno del Dicasterio para los Textos Legislativos. El canonista sí comentó que en torno a “junio o julio del año que viene” sí se podrán implementar algunos cambios legislativos concretos en otras materias, aunque no especificó cuáles.

Mayor complementariedad

Durante su intervención, Prisco también puso en valor la necesidad de que teólogos y canonistas trabajen de la mano en aras de una mayor “complementariedad” como se está llevando a cabo en este Sínodo. En este sentido, apreció como “muy enriquecedora” la experiencia, en tanto que están trabajando de forma conjunta en torno al Libro Segundo del Código de Derecho Canónico, que es el referente al Pueblo de Dios.

“Todas las apreciaciones y aportaciones que recibimos de los eclesiólogos, de los de los profesores de teología sistemática, dogmática y bíblica, nos ayudan mucho a comprender mejor la profundidad de la norma canónica y su posible aplicación o cambios para el momento”.  En este sentido, también subrayó la importancia de la creación de una comisión canonística por parte del Papa Francisco que se encargue “específicamente” de aterrizar las peticiones lanzadas por el Sínodo en cambios legislativos, tanto en el Código de Derecho Canónico Latino como en el Código de las Iglesias Orientales.