El NCR presenta su encuesta de intención de cara los comicios de noviembre de los fieles de la Iglesia entre los Estados más decisivos
El candidato a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump acudirá a la cadena católica –aunque crítica con el papa Francisco– EWTN para ser entrevistado con una nueva encuesta sobre intención de votos de los católicos, el mismo día que se organiza la clásica cena de la Alfred E. Smith Memorial Foundation –uno de los actos emblemáticos de los católicos en campaña y en el Kamala Harris ha declinado la invitación–.
Trump llega a la televisión de la Madre Angélica con los datos de la encuesta del NCR que no ofrece datos concluyentes sobre el voto de los católicos ya que crece el voto indeciso hasta que se produzcan las elecciones en noviembre. Y es que los católicos parecen más preocupados “por proteger el modo de vida de Estados Unidos” que por la defensa de la doctrina social de la Iglesia. Además, más de tres cuartas partes de los votantes católicos destacan la importancia de la honestidad, un reconocimiento de que la virtud personal es necesaria para el éxito de las instituciones políticas democráticas. La preocupación por la dignidad humana y el bien común, también para dos tercios de los votantes católicos es una preocupación importante empatado con la protección del estilo de vida de Estados Unidos.
El respeto a la vida y la justicia se sitúan en un 58% y un 59% respectivamente y solo la mitad está preocupada por lo que hagan los políticos contra la pobreza. Y eso que casi nueve de cada diez encuestados dijeron que su identidad católica era muy o algo importante para ellos y que la mitad de los católicos declararon rezar a diario aunque no todos vayan a misa. También sólo el 13% afirmó que su párroco “influyó mucho” en su proceso de discernimiento y otra cuarta parte contestó que “influyera algo”. Sólo uno de cada 10 votantes católicos dijo que sus opiniones políticas estarían “muy” influenciadas por su obispo y dos de cada 10 dijeron que el obispo era “algo influyente”. La influencia del papa Francisco ha sido similar.
Sobre el aborto más de un tercio –el 36%– de los votantes católicos afirmaron que “los derechos reproductivos/el aborto” son una cuestión importante para ellos, pero sólo el 13% dijo que la cuestión era tan importante que “si un candidato no se alineara con su punto de vista, no le votaría”. La economía y la inmigración si tienen algo más peso que la cuestión del aborto.
Y es que el voto católico está muy dividido a diferencia de los evangélicos blancos, que son desproporcionadamente republicanos, o de los protestantes negros, que son desproporcionadamente demócratas. Ahora bien, los católicos afroamericanos e hispanos de los estados indecisos favorecen claramente a Harris. En este sentido, destaca que los católicos tienen una propuesta lo suficientemente amplia como para dar cabida a personas de ideologías políticas muy diferentes, algo que con unas previsiones tan ajustadas ponen de manifiesto el estribillo clásico estadounidense de que “no hay voto católico y, sin embargo, el voto católico decidirá las elecciones”.
Mientras la encuesta realizada en septiembre por el Pew Research Center señalaba que una ligera mayoría de católicos norteamericanos votará por Donald Trump (52%), al igual que los grupos religiosos que tradicionalmente se han inclinado por el Partido Republicano. Mientras tanto, los grupos religiosos que tradicionalmente han favorecido a los demócratas apoyarán mayoritariamente a Kamala Harris, el 47%.