El cardenal arzobispo de Marsella, Jean-Marc Aveline, reclama un Sínodo sobre el Mediterráneo. “Nuestra región también merecería una Asamblea como la que hubo para la Amazonía, porque es un territorio con muchas aristas” que enfrenta grandes desafíos como “la guerra de Oriente Medio o el fenómeno de las migraciones”, ha dicho hoy el purpurado durante la rueda de prensa con motivo de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo.
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Según el cardenal, “la Iglesia puede contribuir a los esfuerzos por la justicia y la paz en esta región. No hace falta ser cristiano para contribuir a ello, pero la Iglesia puede, con una buena cooperación, aportar su granito de arena”, ha agregado.
“Sin varitas mágicas”
Luis Marín de San Martín, OSA, subsecretario de la Secretaría del Sínodo, ha señalado en su intervención que “el Sínodo no fomenta una Iglesia cerrada en sí misma, que utiliza un lenguaje que nadie entiende y que trata temas que no importan, sino una Iglesia que está en el mundo y que lleva la respuesta de Cristo a todas las situaciones dramáticas de hoy, una Iglesia servidora, abierta y misionera”.
Según el obispo agustino, “en los debates hemos visto que la Iglesia se sustenta en cuatro elementos: es cristocéntrica, fraterna, inclusiva y dinámica”.
Del mismo modo, ha detallado que “los diálogos del Sínodo apuntan a dos criterios: la interconexión, porque no podemos funcionar como grupos aislados; y la concreción, porque no podemos teorizar sin bajar todo a la realidad cotidiana”.
El prelado ha insistido en la necesidad de “comunicar entusiasmo en medio de un mundo con tanta tristeza”. “Huyamos de un pesimismo que nos va calando”, ha subrayado.
Al ser preguntado sobre cómo calaran estos cambios, Marín ha dejado claro que “no hay varitas mágicas, estamos en un proceso de renovación y dependerá de todos”.
Descentralización e Iglesias particulares
Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación, y Sheila Pires, secretaria de la Comisión para la Información de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo, dieron cuenta de los trabajos de ayer por la tarde y hoy por la mañana. Dos días en los que los padres y madres sinodales abordaron la sana descentralización y el papel de las Iglesias particulares.
Por otro lado, Luis José Rueda, cardenal arzobispo de Bogotá, dio testimonio de la opción preferencial por los pobres del Episcopado latinoamericano y caribeño. Mientras, Stephen Ameyu Martin Mulla, cardenal arzobispo de Juba, reflexionó sobre el drama de la guerra y los problemas generados por el cambio climático en Sudán del Sur.