Ha sido el papa Francisco quien ha pedido que, en este momento, no se discuta acerca del diaconado femenino. Así, al menos, lo ha revelado el cardenal prefecto de Doctrina de la Fe, Víctor Fernández, en una carta que ha leído durante la rueda de prensa del Sínodo de la Sinodalidad Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación.
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“Sabemos que el Papa ha expresado que en este momento la cuestión del diaconado femenino no está madura y ha pedido que no discutamos esta posibilidad ahora”, explica Fernández en la misiva, en la que, a su vez, aclara que “la comisión de estudio sobre el tema ha llegado a conclusiones parciales que publicaremos en su momento, pero seguiremos trabajando”.
En cambio, el purpurado aclara que el Papa “está muy preocupado por el papel de la mujer en la Iglesia” y que, incluso antes de la petición del Sínodo, “pidió al Dicasterio para la Doctrina de la Fe que explorara las posibilidades de un desarrollo sin centrarse en el orden sagrado”.
Otras medidas
“No podemos trabajar en otra dirección, pero debo decir que estoy totalmente de acuerdo”, subraya Fernández, ya que, en primer lugar, “pensar en el diaconado de algunas mujeres no resuelve la cuestión de los millones de mujeres en la Iglesia”; y, por otro lado, todavía no se han tomado “algunas medidas que podríamos tomar en su lugar”, como es el caso de la aceptación, por parte de la mayoría de diócesis del mundo, de medidas que ya se han establecido desde el Vaticano.
“Cuando se creó el nuevo ministerio del catequista, el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos envió una carta a las conferencias episcopales”, explica Fernández. “Allí propuso dos formas diferentes de configurar el ministerio. Uno estaba relacionado con la dirección de la catequesis. Pero el segundo aceptó lo que el Papa había dicho en ‘Querida Amazonía’ sobre los catequistas que sostienen a las comunidades en ausencia de sacerdotes, mujeres que sean líderes, guíen las comunidades y realicen diversas funciones”, continúa.
“Las Conferencias Episcopales podrían aceptar esta segunda vía, pero muy pocas lo hicieron”, lamenta Fernández. “Esta propuesta fue posible porque el Papa había explicado en sus documentos que el poder sacerdotal, vinculado a los sacramentos, no se expresa necesariamente como poder o autoridad, y que hay formas de autoridad que no requieren órdenes sagradas. Pero estos textos no se implementaron”.
Participantes en el Sínodo de la Sinodalidad en el aula Pablo VI
De hecho, subraya, “el acolito femenino ha sido concedido en un pequeño porcentaje en las diócesis, y muchas veces son los sacerdotes los que no quieren presentar mujeres al obispo para este ministerio”. Además, invita a reflexionar acerca del diaconado masculino y “en cuántas diócesis del mundo ha sido aceptado”. “Estos pocos ejemplos nos hacen comprender que apresurarse a pedir la ordenación de diaconisas no es la respuesta más importante para la promoción de la mujer hoy”, ha concluido el cardenal.
Asimismo, revela que, “para alimentar la reflexión, pedí que se enviaran a mi Dicasterio testimonios de mujeres que sean verdaderamente líderes de comunidades o que desempeñen importantes roles de autoridad. No porque fueran impuestas a las comunidades, ni como resultado de un estudio, sino porque adquirieron esta autoridad bajo el impulso del Espíritu en respuesta a una necesidad del pueblo”.
Propuestas y reflexiones
“La realidad es superior a la idea”, apunta Fernández, pidiendo a las mujeres miembros del Sínodo “que ayuden a comprender, explicar y transmitir al Dicasterio diversas propuestas, que podamos escuchar en su contexto, sobre posibles caminos para la participación de las mujeres en el liderazgo de la Iglesia. En esta línea, esperamos propuestas y reflexiones”.
Por ello, Fernández apunta que este jueves escuchará ideas sobre el papel de la mujer en la Iglesia. Y, a pesar de lo dicho, “para quienes están convencidos de que es necesario profundizar en la cuestión del diaconado femenino”, ha recalcado que el Papa le confirmó que la Comisión presidida por el cardenal Giuseppe Petrocchi seguirá activa.
“Amigos, estoy convencido de que podemos avanzar paso a paso y llegar a cosas muy concretas, para que podamos comprender que no hay nada en la naturaleza de las mujeres que les impida ocupar puestos muy importantes en la dirección de la Iglesia”, asegura. “Lo que verdaderamente viene del Espíritu Santo no se puede detener”.
Documento final
Precisamente Nathalie Becquart, subsecretaria del Sínodo, hizo suyas las palabras del cardenal Fernández y se señaló a sí misma como ejemplo de todo ello: “Nada impide a las mujeres ocupar puestos de responsabilidad en la Iglesia y yo soy un ejemplo”, dijo después de la lectura de la carta.
Por otro lado, los padres y madres sinodales ya tienen en su poder el borrador del documento final de esta XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos, el cual se ha presentado esta mañana en el Aula Pablo VI, según ha informado Sheila Pires, secretaria de la Comisión para la Información del Sínodo.
A este respecto, el cardenal Radcliffe, predicador de la XVI Asamblea, quien ha participado también en la rueda de prensa –en la que han estado presentes el cardenal Zuppi y Manuel Nin Güell, OSB, exarca apostólico para los católicos de rito bizantino en Grecia–, ha ha advertido acerca de la “tentación de encontrar titulares en el documento final”.
La sinodalidad, ha insistido Radcliffe, “va más allá”. “Hablamos de una renovación profunda”, ha asegurado. “El documento nos habla de cómo estar juntos siendo diferentes”, ha reconocido, es decir, “nuevas formas de ser Iglesia estando todos en comunión con Cristo”.
