Luego de que este 20 de octubre el sacerdote de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Marcelo Pérez Pérez, fuera asesinado por dos sujetos desconocidos en el barrio de Cuxtitali en Chiapas, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió a las autoridades de los tres niveles de gobierno –federal, estatal y municipal- implementar medidas efectivas para garantizar la seguridad de sacerdotes y agentes pastorales “que, como el padre Marcelo, dedican su vida al servicio de los más necesitados, especialmente en zonas de alto riesgo”.
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En un comunicado firmado por el presidente y el secretario general de la CEM, Rogelio Cabrera y Ramón Castro, respectivamente, en representación de los obispos mexicanos, expresaron su “más enérgica condena y profundo dolor ante el brutal asesinato del padre Marcelo Pérez”.
Para los obispos, este acto de violencia, perpetrado cuando el sacerdote acababa de celebrar la misa y se disponía a continuar con sus labores pastorales en otra iglesia, no solo priva a la comunidad de un pastor dedicado, sino que también “silencia una voz profética que incansablemente luchó por la paz con verdad y justicia en la región de Chiapas”.
“Compromiso sacerdotal con los más necesitados”
En ese sentido, expresaron su solidaridad y cercanía espiritual con el obispo de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez; con el obispo auxiliar, Luis Manuel López Alfaro, con el presbiterio, los religiosos, religiosas y fieles laicos de la diócesis. “Compartimos su dolor y nos unimos en oración, ofreciendo todo nuestro apoyo en estos momentos difíciles”.
En cuanto a la trayectoria del padre Marcelo, los obispos destacaron su compromiso sacerdotal con los más necesitados y vulnerables de la sociedad. “Su labor pastoral, caracterizada por su cercanía al pueblo y su apoyo constante a quienes más lo necesitaban, deja un legado de amor y servicio que perdurará en el corazón de todos aquellos a quienes tocó con su ministerio”.
Lamentaron profundamente, como Iglesia, “la pérdida de una vida consagrada al servicio de Dios y del prójimo. Este acto de violencia no solo afecta a la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, sino que hiere a toda la Iglesia en México y a la sociedad en su conjunto, especialmente en una región que hoy vive situaciones delicadas de violencia y pugna entre grupos del crimen organizado”.
“Justicia para el padre Marcelo”
La CEM solicitó de manera urgente a las autoridades se realice una investigación exhaustiva y transparente que conduzca al esclarecimiento del crimen “y a la justicia para el padre Marcelo Pérez”.
Pidió se redoblen los esfuerzos para combatir la violencia y la impunidad “que afligen a la región de Chiapas y a nuestro país en general”.
La CEM hizo un llamado a la comunidad de fieles y a toda la sociedad mexicana, para que se unan “en oración por el eterno descanso del padre Marcelo Pérez, por el consuelo de su familia, amigos y feligreses, y por la paz en Chiapas y en todo México”.
Rogaron para que el sacrificio del padre Marcelo Pérez no sea en vano, “sino que nos impulse a todos a trabajar con mayor eficacia por la construcción de una sociedad más justa, pacífica y fraterna en Chiapas y en todo el país, fiel al mensaje del Evangelio que él predicó con su vida y su muerte”.
Condolencias del Celam
El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) también hizo público un mensaje en el que expresó su consternación y dolor por el asesinato del padre Marcelo de quien dijo “ha sido un incansable buscador de la paz y la justicia en su pueblo, fruto de su compromiso fiel por el Evangelio y su entrega total a Cristo presente entre los que más sufren”.