El predicador de la XVI Asamblea General Ordinaria ha recalcado que “si solo tenemos la libertad de defender nuestras posiciones terminaremos tocando los tambores de la ideología, ya sea de izquierdas o de derechas”
El cardenal Timothy Radcliffe, predicador de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo, ha compartido esta mañana con los padres y madres sinodales su meditación en el primer día de esta última semana de trabajos. Y lo ha hecho ofreciendo una guía para todos aquellos que puedan sentirse desilusionados con el documento final.
“Estamos a punto de emprender nuestra última tarea: examinar el documento final, enmendarlo y votarlo. Hoy nos preparamos para ejercer esta importante responsabilidad. ¿Cómo lo haremos?”, se ha preguntado, para luego contestar: “¡Con libertad! Nuestra misión es predicar y encarnar esta libertad”.
Para el religioso, “la libertad es la doble hélice del ADN cristiano”. En primer lugar, “es la libertad de decir lo que creemos y de escuchar sin miedo lo que dicen los demás, en el respeto mutuo. Esta es la libertad de los hijos de Dios de hablar con valentía, con parresia. Gracias a esta libertad, cada uno de nosotros puede decir ‘yo’. No tenemos derecho a callar”, ha remarcado.
Pero, esta libertad tiene su raíz en una libertad más profunda, “la libertad interior de nuestros corazones a medida que descubrimos las decisiones que se toman”.
Según sus palabras, “podemos estar decepcionados con las decisiones del Sínodo. Algunos de nosotros las consideraremos desaconsejables o incluso equivocadas. Pero tenemos la libertad de quienes creen. Podemos estar en paz. Gracias a esta libertad, podemos atrevernos a pertenecer a la Iglesia”.
El dominico inglés ha señalado que “el corazón de nuestra toma de decisiones es esta doble hélice de libertad por gracia. Porque la libertad de Dios opera en las profundidades mismas de nuestro libre pensamiento y decisión”. Por eso, “no debemos tener miedo a los desacuerdos, pues el Espíritu Santo está obrando en ellos”.
“Así que esta es nuestra libertad: pensar, hablar y escuchar sin miedo. Así podemos estar en paz con cualquier resultado”, ha remarcado. Y ha añadido: “La providencia de Dios está trabajando suave y silenciosamente incluso cuando las cosas parecen ir mal. La providencia de Dios está entretejida en la historia de nuestra salvación desde el principio”.
Como ha indicado, “aunque el resultado del Sínodo os desilusione, la providencia de Dios está obrando en esta Asamblea, llevándonos al Reino por caminos que solo Dios conoce. Su voluntad para nuestro bien no puede ser frustrada”.
Para Radcliffe, “a menudo no tenemos idea de cómo la providencia de Dios está obrando en nuestras vidas. Hacemos lo que creemos que es correcto y el resto está en manos del Señor”. “Este es solo un sínodo. Habrá otros. No tenemos que hacerlo todo, solo tratar de dar el siguiente paso”, ha aseverado.
Al final de su meditación, Radcliffe ha recordado que “si solo tenemos la libertad de defender nuestras posiciones terminaremos tocando los tambores de la ideología, ya sea de izquierdas o de derechas”.
En el mismo sentido, ha subrayado: “Si solo tenemos la libertad de quienes confían en la providencia de Dios pero no nos atrevemos a entrar en el debate con nuestras propias convicciones, seremos irresponsables y nunca creceremos. La libertad de Dios actúa en el núcleo de nuestra libertad, brotando dentro de nosotros. Cuanto más verdaderamente sea de Dios, más verdaderamente es nuestra”.