A 38 años del histórico Encuentro Internacional de Oración por la Paz promovido y animado por San Juan Pablo II en Asís, la Comisión Arquidiocesana de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso junto a la Comunidad de Sant’Egidio, convocan a la Oración por la Paz el próximo domingo 27, a las 16 horas, en la Iglesia Santa Julia (Av. Juan Bautista Alberdi 1195, C.A.B.A).
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La conmemoración de este evento mantiene vivo el Espíritu de Asís, en un contexto mundial signado por la “guerra a pedazos”, como expresara el papa Francisco, la globalización de la guerra y la latente amenaza nuclear. Ante este panorama, es urgente y necesario imaginar y construir un futuro distinto.
Imaginar la paz
El septiembre pasado, en París, referentes de las distintas tradiciones religiosas, junto a hombres y mujeres de buena voluntad, alzaron la voz y clamaron por el cese de la guerra y los conflictos en el mundo, bajo la consigna Imaginar la Paz.
En la ceremonia inaugural, Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, expresó: “Las religiones, empezando por la oración, por la conciencia de que Dios puede cambiar la historia, viven un impulso de imaginación. Las Escrituras son ricas en imaginación: los olvidados de la historia tienen un nombre. Dios está con quien no tiene ni voz ni fuerza. Los perdedores –enseña el libro del Éxodo de la Biblia– encuentran una vía de salida y los hombres armados se ahogan en el Mar Rojo. Los creyentes no deben olvidar la dimensión de esperanza que nace de la fe. Las posiciones de fuerza de las religiones se debilitan, se alinean con los comportamientos de guerra.”
Imaginar la Paz fue el centro de los debates esos días, en los que se confrontaron distintas realidades: el necesario fortalecimiento de las democracias en el mundo, las migraciones, el religiones ante el mal, la solidaridad con los pobres, la agenda ecológica, un mundo sin armas nucleares.
Paren las guerras
En esta acto de clausura, resonaron las palabras del Pontífice quien exhortó: “Este año, hacen ustedes parada en París: se han reunido esta tarde frente a la catedral que se prepara para reabrir sus puertas a la oración tras el dramático incendio. Debemos rezar por la paz. El riesgo de que muchos conflictos en lugar de terminar se extiendan peligrosamente es más que concreto. Hago mío su grito y el de tantas y tantas personas que sufren la guerra, y lo dirijo a los dirigentes políticos: ¡paren la guerra! ¡Paren las guerras! ¡Estamos destruyendo el mundo! ¡Paremos mientras estemos a tiempo!”.
En el llamamiento se reza un pedido concreto: “Sigamos siendo constructores de paz, incansables en nuestro compromiso por la reconciliación y la fraternidad”
Por tal motivo, la Oración por la Paz en Buenos Aires tiene como objetivo unir las voces e imaginar la paz junto a todos los que se sientan convocados a este gesto de unidad y pacificación.
Para más informes, comunicarse por correo electrónico o 11 5410 2577 (Marco Gallo).
